Pasión prohibida ' ˢᵃᵗᶻᵘ ᴳⁱᵖ '

TRUE: Molesta

Continuación...

—Apúrate Sana, ponte tu vestido, yo te dije bien claro que no pero nooo, estabas de insistente con qué lo hagamos y ahora mira ya son las seis de la tarde, Evan sale a las cuatro y media.

—¿Estás molesta?.—Sana terminó de colocarse su vestido y ella estaba detrás de mí, mientras íbamos al auto por Evan.

No respondí nada por lo que estuve en silencio en todo el viaje, es lo que hago cuando estoy molesta.

Ring, ring.

Llamada con tutora de Evan:

—Hola...

—Buenas tardes mami, ¿va a venir usted por el niño Evan o vendrá alguien a recoger? Es que los de secundaria ya salieron y él más bien está distraído jugando con algunos de sus compañeros.

—Sisisi, estamos cerca del colegio en unos minutos llegamos.

Colgó la llamada y yo guardé mi celular en mi bolsillo.

Miré enojada a Sana negando con la cabeza y manejé lo más rápido que pude.

Nuestro momento "rápido" había pasado como una hora exacta.

Entré por una esquina y reduci mi velocidad al ver a los estudiantes saliendo del colegio.

Estacione mi auto, bajé del auto y lo rodee hasta llegar a la puerta en el que estaba Sana. Abrí su puerta, aún enojada jamás dejaría de tratarla mal o hacerla sentir menos.

Caminamos lo más rápido. Llegamos a su pequeña aula ya vacía y ahí estaba su tutora junto a Evan charlando.

—Maamii, papiii.—Evan fue corriendo hacía nosotras y nos abrazó.

—Buenas tardes.—saludamos.

—Vengan un ratito por favor quiero hablar con ustedes.

Evan estaba correteando por todo el salón, estaba distraído jugando con su mundo.

—¿Sucede algo con Evan?.

—Miré... no es por mala pero-

La tutora se quedó a medio hablar cuando vi sus ojos ir a mi cuello supongo que vio la marca reciente que Sana hizo.

—Ahora entiendo... bien, Evan es un niño que necesita que sus madres estén presentes en todo momento y eso de llegar tarde al colegio puede causarle ansiedad al niño.

Vimos a él ahora rayoneando el pizarrón.

—Pedimos disculpas por llegar tarde.— se disculpó Sana.

Yo me quedé en silencio recordando cuando mi hermana y yo nos quedábamos hasta tarde para esperar a mamá a que nos recoja, sentí que estaba haciendo lo mismo que ellas.

—Será la última vez que pasa esto, se nos fue de la mano el tiempo pero créame que de hoy en adelante recogeremos a Evan puntual.— Miré a Sana seria y ella medio que no estaba de acuerdo.

—muy bien, hasta luego mamis.— la tutora se levantó de su asiento y salió del aula.

Llamé a Evan y salimos tomados de la mano mientras que el daba pequeños saltos.

Sentí la culpabilidad de Sana al estar en silencio.

Entramos al auto y no le dirigí ninguna palabra. No quiero que mi hijo se sienta olvidado por llegar tarde a recogerlo.

—Mami, porqué tienes una mancha roja en tu cuello.

—Me picó un mosquito.

Él se rascó el cuello al imaginar un mosquito, él odia a los mosquitos.