Ata(ra)xia | Yoonmin

Veinticinco

-Namjoonie... -llamó el mayor y el peligris volteó a verlo-. ¿Crees que todo estará bien...? ¿Minie estará bien?

Preguntó y el más alto dejó sobre la mesa los cafés que traía en ambas manos, Jin hizo lo mismo y lo miró a los ojos, Namjoon frunció el ceño al ver la preocupación y angustia que la cara de su novio reflejaba y rápidamente se acercó a él para poder darle un abrazo, envolviendo el cuerpo del pelinegro por completo para poder brindarle seguridad y confianza, después respondió.

-Sé que todo estará bien, amor -respondió mientras acariciaba la espalda y cabeza contrarias-. Lo importante es estar con Jimin, no dejarlo solo y ser su soporte, nos necesitará a todos nosotros.

Jin asintió desde el pecho de su novio y dejó salir un suspiro de satisfacción, necesitaba aquel abrazo, necesitaba ser reconfortado por Namjoon. Así que, se quedó ahí durante algunos segundos más, disfrutando de la calidez del cuerpo contrario y cuando se sintió un poco mejor se alejó levemente del peligris.

-Bien, vayamos a ver a los chicos -dijo Jin y se acercó a tomar los cafés que estaban sobre la mesa.

-¿Tú estás bien? -cuestionó Namjoon antes de tomar los otros vasos y deteniendo a Jin antes de que hiciera otra cosa.

El pelinegro se quedó parado mirando los vasos de café que ahora tenía entre sus manos y frunció el ceño. «¿Estoy bien?» se cuestionó y pensó que no, porque no se encontraba bien y porque no se sentía lo suficientemente capaz como para sobrellevar todo eso. Se sentía abrumado y angustiado.

-Estoy bien -respondió soltando un suspiro-. Solo estoy preocupado, no sabemos qué va a pasar o si Jimin va a estar bien. Eso me preocupa mucho.

Namjoon lo miró y también soltó un suspiro, quería poder consolar a Jin pero sabía que el otro le ocultaba lo que en verdad sentía. Lo conocía demasiado bien.

-Seokjin -llamó el peligris al otro por su nombre completo y Jin volteó a verlo alzando las cejas-. Si no te sientes bien no me mientas, sabes que voy a estar aquí para ti, ¿de acuerdo?

Jin pasó saliva, su novio lo conocía demasiado bien como para poder ocultarle todo, así que solo asintió en respuesta y dejó salir una pequeña sonrisa.

-Bien, Namie, te diré si me siento mal -batió las pestañas y sonrió como un niño pequeño atrapado luego de haber hecho una travesura-. Te lo prometo.

Namjoon sonrió en respuesta y tomó los otros tres vasos de café que aún estaban en la mesa y camino a un lado del pelinegro.

-¿Por qué será que me dejo controlar por mi novio? -dijo fingiendo cansancio y tristeza. Jin lo codeó y lo miró con un puchero en sus labios.

-Oye -alegó el pelinegro como reproche, sin estar realmente enojado y levantó una ceja.

-Sabes que te amo, mi amor -respondió Namjoon, mientras seguía caminando a la par de Jin-. ¿Crees que Jimin quiera hablar con nosotros?

-No lo sé... -dijo Jin con sinceridad, porque realmente no creía ser capaz de sacar a Jimin de esa habitación-. Se veía realmente triste y frustrado. Necesita tiempo para calmarse, le daré su espacio para tomar una decisión, mientras intentaré no tocar el tema.

Namjoon asintió en respuesta y siguió a su novio rumbo a la habitación del rubio. Al girar por el pasillo se encontraron con una escena bastante peculiar, pues Jungkook tomaba la mano de Taehyung mientras este, sonrojado, intentaba torpemente alejarlo.

-Oh... ¿Qué están haciendo...? -cuestionó Jin al llegar a ellos. El pelinegro volteó a verlo y Taehyung tomó la oportunidad para quitar su mano y levantarse de la silla.