Fichaje de millones|KIVI

A la mierda el café

El entrenamiento en el estadio del Levante había sido bastante bueno para la plantilla, y tenían las expectativas altas para el partido de mañana. Chiara y Alexia habían decidido compartir habitación durante la temporada, ya que pensarían que así podrían fortalecer su relación y diese mejores resultados dentro del campo. Además, ambas habían desarrollado una gran amistad desde antes de la llegada de la morena al club culé.  Ambas llegaron a la habitación y se desplomaron cada una en su cama.

-Puff estoy reventada Kiki

-A mi la cabrona de Salma me ha metido una entrada que me ha dejado medio coja

-¿no jodas?

-Na, es el golpe solo, para mañana estoy fresca como una lechuga

En aquel instante, Chiara cogió su móvil y una sonrisa apareció en su rostro al ver un nuevo mensaje de Violeta. Desde su encuentro en el evento, no habían parado de hablar, ya sea desde aspectos cotidianos sobre como les había ido el día o para contar anécdotas variopintas.

-Kiki

-Dime

-¿Quién es la afortunada que te tiene con esa sonrisa de encoñada?

-¿eh? pero si solo estoy hablando con Violeta

-¿la periodista? ostia con la Kiki, y parecía tonta cuando la compramos

-tu eres tonta, si solo somos como mucho conocidas

-si si, claro. Pero vamos que si no estás interesada, háblala de mí

-tu mejor cállate, ¿o no tienes suficiente con Jenny?

-Touche. Me voy a duchar anda

-Valeee

Cuando Alexia desapareció en el baño, Chiara se volvió a centrar en su conversación con Violeta.

-has llegado hace poco?

-hace dos horas mas o menos, que se había retrasado el vuelo

-al menos hasta mañana no es el partido, tienes tiempo

-eso es verdad, voy a aprovechar a dar clases

-¿clases? de que?

- de catalán. Martin me pasó el contacto de su profe y me esta ayudando bastante

-pues si necesitas mejorar, me lo dices y hablamos en catalán eh

-¿como?

-tomando un café, por ejemplo

-estaría bien, solo que ahora imposible que tengo la clase

-no te preocupes, me lo guardo para otro día eh

Después de hablar de café y visto que no tenía nada mejor que hacer, Chiara bajó al Starbucks que había debajo del hotel a por un cappuccino. Cuando llegó allí, se encontró con un chico en la cola que le resultaba bastante familiar.

-¿Martin?

-uy, hola Chiara, que sorpresa verte por aquí

-Lo mismo digo, pensaba que estarías con Violeta

-Que va, le he dejado en el hotel un rato que estoy de recados por aquí