Fichaje de millones|KIVI

Lo siento

Violeta iba en el taxi de camino a casa pensando como decirles a Denna, a sus amigos y sobre todo a Chiara, que se tenía que marchar de Barcelona sin saber cuando volvería y si algún día lo haría.

Se bajó del taxi dándole las gracias al conductor y se quedó mirando el edificio antes de entrar para subir hacia su piso. Al entrar en su casa, se encontró con Denna, que para sorpresa de ella estaba haciendo algo de comer.

-Holaaa Vio, ¿qué tal el viaje?- dijo la rubia desde la cocina.

Violeta se acercó hacia allí y dejó su maleta en el salón y su chaqueta sobre el sofá, para después sentarse en uno de los taburetes de la isla con el rostro descompuesto.

-Hola, bien- dijo bastante seca, llamando la atención de la rubia que le miró e instintivamente apagó el fuego para girarse y mirar a su amiga.

-No lo parece, ¿qué te pasa amor? estás como triste.

-Denna, me tengo que ir a Granada - dijo del tirón.

-Amm, yo pensaba que solo tenías dos días libres.

-No Denna, no es eso.

-¿Entonces qué?- preguntó Denna.

La pelirroja no podía aguantar más sus sentimientos y sus lágrimas asomaron por su rostro sin avisar, haciendo que su amiga se alertase y se acercase a ella- oye oye, ¿qué te pasa Vio? me estás asustando.

Violeta miró a los ojos a su amiga, donde podía notar su preocupación al verle así.

-Pues que no se si voy a volver a Barcelona- dijo Violeta nerviosa, notando que le faltaba el aire.

-¿Cómo que no sabes si vas a volver? Violeta necesito que me lo expliques con tranquilidad, pero respira amor- dijo Denna cada vez más preocupada.

Noemí fue muy clara con Violeta, no se lo podía contar a nadie. Pero era Denna, no podía mentirle a la persona que le había apoyado siempre y había estado con ella en todo momento, no podía no serle sincera. Por lo que después de reflexionarlo, ambas se fueron hacia el sofá y Violeta le contó todo lo que había pasado. A medida que iba avanzando la historia, el rostro de Denna era una mezcla entre ira y tristeza.

-Vamos que o te vas o jode a Chiara.

-Si.

-Tía algo se podrá hacer, no puede ser que no podáis estar juntas solo porque esa bruja lo diga.

-Ya me dejó claro en su momento que una relación con una jugadora no lo permitía en la redacción. Básicamente si no me pone de patitas en la calle y es capaz de joderme mi carrera como periodista para que no me contraten en ningún lado.

-Yo estoy flipando. ¿Pero cuándo te vas?

-Mañana a primera hora tengo que ir a la estación.

- ¿Tan pronto? Pero, ¿y Chiara?¿has hablado con ella?

-No, todavía no le he dicho nada. Pero Denna lo que tu sabes, no lo puede saber nadie, ni siquiera Ruslana, y menos Chiara.

-Vale, vale. ¿Pero que excusa le vas a poner a Chiara?

-No lo se - dijo pensativa la pelirroja.

Denna seguía agarrando las manos de su amiga y limpiándole las lágrimas mientras notaba como poco a poco su cuerpo se iba relajando después de haberse desahogado y sacado lo que llevaba dentro.

-Mira, vamos a comer estos maravilloso macarrones con tomate que me he currado y luego te vas a dar una duchita. Después llamas a Chiara y hablais, así tienes tiempo para pensar que te inventas, ¿vale?- preguntó Denna haciendo que Violeta asintiese. Un mensaje llegó al móvil de la pelirroja que le hizo reaccionar de golpe.