Fichaje de millones|KIVI

Visita inesperada

Serían cerca de las 11 cuando Chiara empezó a abrir los ojos lentamente por la luz que entraba tras las cortinas de su habitación. Su vista estaba puesta en el techo, y algo desorientada miró hacia un lado para ver la hora y luego hacia el otro, encontrándose con el cuerpo desnudo de Violeta boca a bajo "Dios mío, vaya diosa". Chiara acercó un poco más su cuerpo para llegar a tocar la espalda de la pelirroja con sus dedos y dejarle suaves caricias, haciendo que a la chica le saliese una sonrisa al notar el tacto de la morena. Lentamente, Violeta abrió los ojos y se encontró con la mirada verdosa de la futbolista y su sonrisa tímida "es preciosa".

-Buenos días- dijo tímida Chiara

-Buenos días a ti también- contestó algo avergonzada Violeta, que volvió a cerrar los ojos mientras la morena dejaba suaves caricias sobre su espalda.

En décimas de segundo, la pelirroja notó como Chiara había parado con las caricias, por lo que abrió los ojos para ver el motivo, encontrándose con la morena mirando a la nada en silencio.

-¿Qué pasa?

-Shhhh- dijo Chiara susurrando mientras miraba a la puerta, haciendo que la pelirroja mirase también en aquella dirección extrañada.

De un momento a otro, la puerta se abrió de golpe apareciendo Ruslana al otro lado del pasillo.

-Kiki. Ostiaaaa- dijo la pelirroja al ver a su amiga y a la periodista allí, entrando rapidamente en la habitación y tapándose los ojos con las manos.

Violeta rapidamente se incorporó en la cama, cubriendose con la sábana mientras veía como la manager se quedaba ahí con ellas.

-¿Pero se puede saber que haces aquí dentro? Sal Rus- dijo Chiara alzando la voz

-Mira como me vaya la hemos cagado, y baja la voz- dijo su amiga susurrando

-¿Qué dices?

-Que bajes la voz que están tus padres y tus hermanos en el salón.

-¿CÓMO?- dijo Violeta abriendo los ojos como platos

-Joder que yo venía a ver si estabas en casa

-Dios mío Rus, ¿pero qué hago? A ver espera, entretenles abajo o diles que no estoy.

-Kikiii holaaaa- dijo Joey al escuchar la voz de su hermana

-Mierda mierda mierda, te mato te mato te mato- dijo Violeta respondiendo sin saber que hacer

-Escucha, vete al baño, no van a entrar ahí. En cuanto pueda, me los llevo al patio de atrás y sales por la puerta- respondió Chiara histérica mientras se vestía

-Vale chicas yo voy a entretenerles antes de que suban

-Por favor Rus- dijo Violeta mientras se bajaba de la cama enrollada con la sábana y buscaba su ropa

-Perdón Violeta, no sabía nada

-Mierda

-¿Qué pasa?

-Mi ropa, que no está

En aquel momento ambas se miraron con los ojos como platos recordando que la ropa de la pelirroja se encontraba desperdigada por el salón y la cocina.

-Fuck. Coge algo mío, ya me invento una excusa si la ven.

Chiara salió rápidamente de la habitación hacia la planta de abajo de su casa, donde se encontró con sus padres y hermanos, bajo la atenta mirada de Ruslana que vigilaba que todo fuese bien.

-Kikiiii

-Holaaa Joey, Jasminee- dijo la morena abrazando a sus hermanos

Hija, ¿has visto cómo tienes esto?- respondió Emma señalando la estancia, más específicamente la ropa de Violeta, haciendo que Ruslana se girase y se llevase la mano a la cabeza.

-Emm, es que, osea ayer...

-Déjalo, ya veo que sigues siendo un desastre con la ropa, no tienes remedio. Pero hija das una imagen con todo ahí tirado- dijo su padre

-Ya ya, es que iba a poner una lavadora anoche pero se me olvidó completamente. Oye vamos al jardín y me contáis ¿no?- respondió Chiara arrastrando a su familia al jardín- Dile que ya se puede ir- le susurro al oído a Ruslana.

Rápidamente, la pelirroja subió las escaleras hasta llamar a la puerta de la habitación de Chiara.

-Vio, soy Rus

-Pasa

Cuando Ruslana entró, se encontró con la periodista sentada en la cama de su amiga con una falda larga vaquera y una camiseta rosa algo corta de mangas.

-Vale ya te puedes ir, están en el patio.

-¿Y mi ropa?

-La he metido en la lavadora con la excusa de que era de Kiki para que no sospechen, pero en cuanto pueda te la devolvemos.

-Vale Rus, gracias, ¿por dónde salgo?

-Ven

Ambas chicas salieron de la habitación sigilosas para evitar hacer ruido y bajaron hasta la parte de abajo, hasta que escucharon la puerta de cristal que daba al jardín abrirse. Instintivamente, Ruslana abrió el cuarto de la colada que había al lado de la escalera y empujó a Violeta hacia el interior, cerrando de golpe.

-Uy hola Jasmine, que grande estás -dijo recostada en la puerta con los brazos cruzados.

-Si me vistes hace un mes

-Pues eso, que los niños a tu edad crecéis muy rápido con tanto Petisuis.

Jasmine se quedó mirando atónita a la pelirroja y se dirigió hacia el aseo de la planta. En cuanto Ruslana le vió entrar, abrió la puerta del cuarto de lavadoras y se encontró con Violeta sentada con el culo dentro del cesto de la ropa sucia, produciendo una risa en la otra chica.

-Mira, yo te mato eh

-Era eso o que te viese su hermana. De nada supongo

Ruslana acompañó a la pelirroja hasta la puerta mientras miraban hacia ambos lados de la calle para asegurarse de que nadie les viese.

-¿Y tú coche?¿Te pido un taxi?

-No da igual, ahora lo pido en otro lado, cuanto antes me vaya de aquí mejor

-Vale vale, ya hablaremos eh- dijo Ruslana apoyada en el marco de la puerta

-Tu no has visto nada, chitón- le dijo amenazando a la chica, que hizo un gesto con la mano como si cerrase su boca con una cremallera.

Era cerca de la hora de comer cuando Violeta llegó a su casa. Parecía no haber nadie asique se dejó caer en el sofá soltando un soplido del estrés de mañana que llevaba. Un mensaje le llegó al móvil y rápidamente lo miró.

-llegaste bien?

-si si, todo bien gracias a Rus

-mejor, hablamos vale? voy a ver quién hace
más volteretas seguidas si Joey o yo

-jajajaja vale chao

En cuanto mandó ese mensaje, Denna salió del baño con el albornoz puesto, una mascarilla facial de un oso panda y el móvil en la mano, y se quedó mirando boquiabierta a su amiga.

-Hola eh

-¿hola? Violeta Hódar Feixas, tú me tienes que contar algo eh

-¿Ya te lo ha contado Ruslana no? Yo no sé para que le digo nada- dijo Violeta indignada

-Violeta cuéntamelo ya- dijo Denna sentándose a su lado

En aquel momento, el móvil de la pelirroja comenzó a sonar sin previo aviso.

-Uy mi jefa tengo que cogerlo- comentó Violeta levantándose y yéndose hacia la terraza.

-¿Me vas a dejar así? Violeta tía

Yo ya se que va a pasar a partir de ahora, pero me gustaría saber vuestras sospechas. Un beso mis reinas.