CAPITULO 15: el cuaderno

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Minhye

—¿Te volviste loco?— fue lo primero que mi insensata boca soltó. —Si mis padres te ven aquí creerán que esto se enamorarse a la larga esta funcionando.


—¿"Enamorarse a la larga"?


Suspiré profundo.

Tal vez de nuevo había hablado de más.


Mi mamá me dijo la última vez que el matrimonio con Huening Kai podría funcionar a la larga, es decir, refiriéndose al amor ya que mi padre y ella así hicieron en su tiempo.

Probablemente es muy obvio el tema de enamorarse a la larga pero noto por la expresión en el rostro de Kai que para él parece ser un tema inexplorado o posible. Me sonrojo por la vergüenza y muerdo un poco mi labio inferior anhelando que conforme siga hablando él lo olvide por completo.


Nada, no me hagas caso... En fin, ¿por qué viniste hasta acá? Creo que fui muy clara al no responder tus mensajes Huening Kai.

Noté como su rostro iba de uno apenado a uno triste... ¿o es decepción?

—Entonces... ¿no querías hablar conmigo? — preguntó. Podía ver un ligero berrinche en sus labios.

¿Y tu si? — me crucé de brazos. —Me estuviste ignorando todo el día Kai. ¿Acaso te doy vergüenza? Si es así entonces creo que debemos establecer reglas o acuerdos para evitar este tipo de confusiones y malentendidos.


—¡No, no!— rápido negó con ambas manos y se acercó hasta a mí para colocarlas sobre mis brazos. Su toque hizo que ambos sintiéramos cierta incomodidad así que rápidamente se disculpó por haber actuado sin pensar al acercarse tanto a mi. — No es lo que tu estás pensando Minhye, yo—



—¿Tu, qué?


—Por favor, déjame hablar.


—Te escucho.



—Bien— comenzó a jugar con sus manos moviéndolas de un lado a otro a causa de sus nervios. — Me tomaste por sorpresa, jamás creí que te vería ahí. Mis papás me dijeron en la mañana que a partir de hoy te vería más seguido pero jamás me imaginé que se atreverían a tanto. De verdad lo siento, no fue mi intención hacerte sentir mal y es por eso que decidí venir hasta acá.


—Pudiste haber esperado hasta mañana. No era necesario este encuentro.



Kai negó rotundamente.


No. Las cosas siempre se hablan de frente así que por eso vine. Es más, tu fuiste quien dijo eso la vez pasada, que si yo quería hablar de algo entonces debería ser yo quien vaya hacia ti así que aquí estoy Minhye, vine hacia ti para arreglar las cosas.


Pum, pum, pum.



Quiero creer que mis mejillas se calentaron debido a que jamás he recibido tanta atención de este tipo por el sexo opuesto. Estoy segura que en cuanto me acostumbre a interactuar con chicos los nervios que aparecen cada que hablo con Kai disminuirán poco a poco.



Bien. Está bien.


—¿Ya no estás molesta?— preguntó esperanzado.


Nunca estuve molesta Kai, solo... solo estaba triste, eso fue.


Huening abrió los ojos como dos lunas y cuando estuvo a punto de decir algo mi padre abrió la puerta detrás de mi.


My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora