CAPITULO 23: Soobin

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Minhye

Bienvenida a tu nueva habitación—dijo Bahiyyih al abrir la puerta. Traía cargando una de las maletas más pesadas consigo mientras que Lea me ayudaba con dos más y yo, por supuesto, traía las dos restantes. —Es la habitación para huéspedes más cómoda que tenemos en la casa así que de todo corazón esperamos que te sientas a gusto — sonrió sincera.


Lea, la mayor de los Huening, dejó las maletas cerca de la cama y sacó la paleta roja de su boca para hablar.

Puedes decorarla a tu gusto. Será tuya por dos meses así que siéntete con la libertad de hacer y deshacer mientras vivas con nosotros — sonrió.

¡Si! Si quieres podemos ir al centro comercial a buscar decoraciones para la habitación— le echó una mirada al cuarto e hizo una mueca.— Todo está sombrío porque Lea lo decoró hace años...


—¡Hey!

—¿Qué? Es la verdad.

La castaña le tiró un ligero golpe a la rubia en el hombro y ambas rieron.

Me sentía ajena a la interacción de las hermanas pues muy pocas veces me sentí integrada en una relación amistosa de varias personas; solo tenía a Hayun y de vez en cuando interactuaba con su amiga Yoon, tenía a Seonghwa también como amigo pero los trataba individualmente al igual que con Soobin, nada como la interacción que presenciaba en este momento. Si, estuve en una escuela exclusiva de chicas, pero justo por eso este tipo de interacciones eran extrañas en ese lugar, la envidia y malos tratos es lo que normalmente se ve en los pasillos y aulas.

Sonreí por su amabilidad y agradecí desde el fondo de mi corazón por su trato amable hacía mi.


—Muchas gracias—finalmente dije.


—A ti. — la rubia respondió. — Si bien fuiste obligada a vivir con nosotros durante este tiempo, queremos hacer lo posible para que te sientas en casa.

—Si. Y no olvides que si hay algo que podamos hacer por ti no dudes en decírnoslo, que haremos hasta lo imposible por ayudar. Después de todo, serás una Huening dentro de muy poco.


Pum, pum, pum.


A finales de año para ser más precisa.


—Oh, cierto. ¿Dónde está Kai?—preguntó Bahiyyih. — No lo he visto desde que los padres de Minhye se fueron.


—No lo sé. Probablemente está ocupado con algo... ya sabes, estos días ha estado actuando muy extraño.


La castaña se puso a pensar por un momento y después asintió.


—Debo hablar con él cuando lo vea, así que no dudes en decirle que me llame de inmediato.


—Okay.— le respondió su hermana menor.


—Bien. Te veo en la cena. — dijo Lea antes de salir de la que ahora es mi habitación dejándonos a solas a Bahiyyih y a mi.


—¿Y bien? ¿Que quieres hacer?— preguntó sonriente.



Lo pensé por un momento. No hay nada que quiera hacer en realidad.



My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora