CAPITULO 38: guardián

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Minhye

He hecho todo lo posible por evitar a Huening Kai.

Han pasado dos extensas semanas desde que Yoon, Seonghwa y yo comenzamos con el ridículo pero inteligente plan de alejar a Kai poco a poquito.

Sin embargo, cada que puedo o me quedo a solas... me pongo a llorar.

Yo lo quiero mucho.

Pero no quiero que sufra aún más en un futuro por mi culpa.

Lo quiero tanto que me gustaría que más adelante se enamore de alguien que si lo valore y dé todo por él a que esté esperando por mi a que termine la universidad aún si va en contra de lo que su familia quiere. No quiero que su familia lo haga a un lado.


Hayun dice que estoy loca, que lo mejor sería que hablara con él y le explicara todo pero no estoy de acuerdo. Y si, ella lo sabe, incluso Beomgyu lo sabe, pero les hice prometer que jamás le dirán una sola palabra de esto al pelinegro. No soportaría verlo sufrir aún más.


Entro a la casa, subo a mi habitación y lanzo los zapatos tan lejos como pueda antes de tirarme sobre la cama.


Se siente bien.

El techo blanco y el ruido de los jardineros al cortar el césped hacen que esté a punto de quedarme dormida hasta que cierto ruido hace que me levante para ver de dónde proviene ese ligero golpe en mi ventana.


Es Huening Kai, está lanzando piedras a mi ventana desde la planta baja.

Abro la ventana con el mayor silencio posible pues no quiero que mis padres se enteren y, después de que el pelinegro lo medite por algunos instantes, comienza a subir por la escalera lateral hasta mi habitación.


Esto es tan "cuento de hadas".


—¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó apenas cruza la ventana.

Huening Kai se limpia las manos en el pantalón negro y sonríe mientras niega con la cabeza.


—Un "hola, ¿cómo estás?" habría sido una cálida bienvenida de tu parte.



Sonrío tanto como mi tristeza me lo permite y lo dejo pasar al resto de mi habitación.

Huening Kai admira todo a su alrededor como si fuera un niño viendo el acuario por primera vez.


—Tu cuarto está muy bonito — dice con una sonrisa en el rostro. —Como tú el día de hoy.—dice intentando mejorar el ambiente con ello.


—¿O sea que el resto de los días no soy bonita?—respondo para molestarle. Kai solo suelta una risita y asiente.


—Tu siempre eres perfecta, Bae. Siempre estás bonita.


Mi corazón comienza a palpitar como loco así que me doy la media vuelta y le doy un trago al vaso de agua que está sobre el buró de al lado de la cama para bajar el sonrojo.


—¿Y bien? ¿Qué te trae por aquí?—traté de sonar cortante pero fallé. Soné más bien como un niño que acaba de perder la ilusión cuando se da cuenta de que Santa Claus no existe.


Me sentía cansada también, cansada de tanto huir de él. Si bien mañana es el baile, también es el día en que debo dejar todo atrás incluyendo a mi familia para poder tener un futuro. No siempre seré bella y joven, necesito aprender, conocer y ejercer la carrera que siempre he deseado; necesito ganar dinero con mi propio esfuerzo y no solo por la vanalidad de la gente. Mañana debo viajar a Inglaterra y dejar a Huening Kai atrás con el corazón hecho pedazos. Yoon tiene familia allá, así que se ofreció a darme posada mientras consigo un trabajo de medio tiempo. He ahorrado para esto desde que comencé a trabajar, sin embargo pagar la matrícula se llevará gran parte del dinero y no tendré lo suficiente para rentar un lugar para pasar la noche. Y Seonghwa, bueno, él se encargará del desastre que dejaré en mi familia cuando me vaya.

My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora