My dear Sputnik | Huening Kai

CAPITULO 25: merece lo mejor

Huening Kai

—¿Qué es todo eso?— le pregunté a Bahiyyih apenas cruzó la puerta principal y corrí a ayudarle a cargar todo  lo que traía en brazos. Pusimos todo en la sala y comenzó a separar los artículos que traía en todas y cada una de las bolsas. — Wow, creo que ahora si te excediste con las compras. — coloqué ambas manos en la cintura y volteé a ver a mi hermana.

En ocasiones suelo acompañarla a hacer sus compras pues papá no la deja andar sola en las calles de Seúl, dice que para eso tiene a un hermano que puede cuidar de ella. Hoy no pude acompañarla por los ensayos de la banda así que no puedo evitar sentirme culpable al imaginarme todo lo que tuvo que cargar por su cuenta, sola.

—Oh, ¿esto? — señala el sofá. —Minhye y yo fuimos de compras.

¡Cierto! Minhye ahora vive con nosotros.

—Y... ¿dónde está? — volteé a ver hacia los alrededores para ver si de casualidad andaba por ahí. Mi hermana sonrió y palmó mi hombro, feliz.—¿No vino contigo a casa? ¿Por qué vienes cargando todo eso tú sola?

—Yah, Minhye me pidió que siguiera en lo que hablaba de algo con Soobin.

Rápido me giré para verla.

—¿Soobin?

—¡Si! ¡¿Puedes creerlo?! Son mejores amigos— sonrió. — El mundo es demasiado pequeño.

Arrugué un poco el entrecejo intentando asimilar lo que mi hermana hablaba.

—A ver si entendí, Soobin y Minhye te acompañaron a comprar cosas, ¿cierto?

—No. Soobin y yo acompañamos a Minhye a comprar cosas para decorar su cuarto.

—¿Los dos? ¿Y por qué Soobin? Sabes que pudiste decirme a mi.

—Tu no estabas, cabezón. Por eso le pidió a Soobin que nos acompañara.

Me lamenté en mi interior al escucharla. Cierto, fui a ensayar. Apenas toqué las cuerdas de la guitarra y olvidé por completo lo que sucedía en casa.

—Cierto... lo siento.

—Yah, deja de lamentarte y ayúdame a separar. Quiero que todo esté listo para cuando ella regrese.

—¿Regrese de donde?— rápido pregunté. —¿Donde está?

—¡Pff! ¿Acaso no pones atención? Minhye me pidió que trajera todo para poder hablar a solas con Soobin.

—¿Y de qué quería hablar con él?

Mi hermana parpadeó un par de veces antes de volver a hablar.

—No estoy segura. Algo de la escuela fue la excusa que Minhye me dio.

Solté una risita irónica y negué con la cabeza al mismo tiempo.

—Seguramente...

Mi hermana se acercó un poco hacia mi y tocó mi frente. Acto seguido le quité la mano en un solo intento.

—¿Te sientes bien?

—Estoy bien. Ahora dime, ¿en donde están?

—En la plaza que está cerca de aquí.

No terminó de hablar cuando ya estaba saliendo de la casa con dirección hacia Minhye.