My dear Sputnik | Huening Kai

CAPITULO 34: L♡ver

Minhye

—Se va a desgastar si lo sigues viendo.

—¿Huh?— rápido volteé a verla confundida. —¿Qué cosa?

—Mírala, está perdida — se burló el pelirrojo.

Hayun soltó una carcajada tan fuerte que casi se cae de espaldas del asiento en la cafetería de no ser porque Beomgyu alcanzó a sostenerla.

—Yah, ustedes dos deberían ser más discretos —Soobin les llamó la atención y puso una papa frita en su boca. —Entonces ya todo está arreglado, ¿no?

—¿Qué cosa?

—Ya sabes, lo de mi chicle y tú. —lo miré perpleja. —Kai te gusta, tu le gustas a Kai... Ambos ya están comprometidos... Esas cosas.

Tan solo pensarlo hizo que mi corazón comenzara a latir a una velocidad impresionante durante unos segundos. Por consiguiente voltee a ver hacia otro lado pues no quería que mis amigos se burlasen del tono de rojo en mis mejillas.

—Algo así...

Intenté dejar el tema por la paz y me concentré en el platillo frente a mi: hamburguesa con papas fritas. Estaba delicioso. Todos en la mesa comimos y aún nos sobró tiempo para ir a vagar por la escuela antes de que el timbre sonara.

—Ya regreso, ustedes pueden ir sin mi.— Beomgyu, quien tenía media pierna fuera de su silla listo para irse, arrugó el entrecejo sin comprender y Hayun fue quien tuvo que llevárselo de ahí antes de que fuera a hacer un comentario inapropiado como últimamente suele hacerlos. Lo sé, no lo hace a propósito, sin embargo no dejan de ser inapropiados.

—¿Estás segura de que estarás bien?— me preguntó Soobin apenas nos dejaron a solas. Yo solo asentí asegura.

—Me gustaría hablar con Bahiyyih, creo que no he tenido tiempo para disculparme de nuevo por lo que pasó en casa de su mejor amiga.— con la cabeza señalé al otro lado del ventanal y ambos pudimos contemplar a Bahiyyih lanzando la pelota con una compañera nueva, Hikaru. Solo sé que acaba de ser transferida desde Japón y que conoce muy poco el coreano.

Creo que nunca me imaginé a Hiyyih lejos de la deslumbrante pelirroja. Esas dos junto a la bonita Kim Chaehyun solían dirigir a los grados más bajos, pero ahora que Bahiyyih ya no está...

—Iré a asegurarme de que esté bien, lo prometo— le enseñé el meñique a Soob y éste sólo sonrió satisfecho.

—Te dejaré a solas con tu cuñada entonces. ¡Hablamos más tarde!

—Yo te mando mando mensaje al llegar.

Salí de la cafetería a toda prisa y me senté debajo del árbol en donde la rubia jugaba con su nueva compañera; las miré jugar y, poco tiempo después de estar en silencio, Bahiyyih dirigió su mirada hacia mí.

—¿Está todo bien, Minhye?— preguntó confusa y detuvo la pelota un rato. Hikaru intuyó que quería hablar con ella a solas así que tomó la pelota entre sus brazos y comenzó a caminar hacia la cafetería. Bahiyyih se sentó junto a mi en silencio y ya estando a solas, hablé.

—Vine a disculparme, de nuevo.

—¿Por?

—Por lo que pasó con tu mejor amiga.