My dear Sputnik | Huening Kai

CAPITULO 8: la llamada

Minhye

Salí de la escuela temprano. Tenía un photoshoot que hacer así que mis padres mandaron a alguien por mi para sacarme de la escuela y llevarme hasta mi sesión de fotos. Sin exagerar, tuve que cambiarme unas diez veces de ropa; estuve parada durante horas sin comer nada, y al final, dijeron que las fotos no habían sido suficientes para el contenido, que después harían otra sesión.

Y no, no es porque soy mala en lo que hago, más bien fue porque tenían planeada esta sesión pero al enterarse del compromiso con Hueningkai el día de ayer, quisieron hacer hasta lo imposible para cambiar los artículos y hablar sobre mi futura boda. Bueno, eso me dijo mi manager cuando venía manejando de regreso a casa.

—¿Quieres que pase por una hamburguesa antes de ir a casa?— preguntó sin apartar la mirada del camino.

—No gracias — suspiré cansada y apoyé mi cabeza en la ventana del auto. — Dijo mamá que estos días tendré muchas entrevistas debido al compromiso con Huening Kai, así que no puedo darme el lujo de subir ni siquiera un kilo. Nada de grasas.

—Entiendo. —mi estómago hizo un ruido muy fuerte que estoy segura que llegó hasta los oídos de mi manager.— Entonces, ¿deberíamos ir por una ensalada?

Sonreí.

—Está bien.

El manager me llevó hasta el local de comida en donde siempre suelo pedir comida y me compró una sopa de algas. Lo sé, se que puedo pedir a alguien en casa que la haga y así no pago nada, pero la verdad es que me gusta mucho como cocina la señora que lleva el local. Me trae gratos recuerdos de cuando era niña; mi prima Bae y yo veníamos cuando se quedaba en casa a cuidarme, incluso venía Hayun... pero ahora solo vengo cuando no puedo más o cuando las cosas se ponen mal en la escuela o trabajo. Mi manager me trae aquí para hacerme sentir mejor y vaya que lo hace. Me anima mucho.

Comí el plato completo y después nos dirigimos a casa.

Hice algunas llamadas para conseguir las actividades que hicieron durante las horas que no estuve en clase y también para conseguir la tarea. Una vez terminado todo, salí a caminar a los alrededores de mi casa. Quería despejar mi mente un rato.

No había sol, el cielo estaba nublado. El clima perfecto si me lo preguntan.

Caminé por varias cuadras hasta que cierta figura masculina me saludó.

—¿Minhye?

Rápido me quité los auriculares y me acerqué a saludarlo.

—Seonghwa, hola. — sonreí.

—¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó con una sonrisa. — ¿Acaso te escapaste de casa?

Seonghwa siempre ha sido amable conmigo.

Lo conocí en el velorio de mi prima Bae. Si bien he escuchado los malos comentarios que las personas tienen sobre él, la verdad es que en el fondo es una muy buena persona, y pude notarlo en ese día en particular. Recuerdo que estaba inconsolable hasta que llegó él y me abrazó. Nadie, ni siquiera mis padres, se atrevieron a hacer dicho acto de empatía hacia mi, excepto él. Me consoló, estuvo conmigo durante todo el proceso hasta que concluyó.

Y por ello estoy muy agradecida con él.

Para ser honesta, no me hubiera molestado si mis padres lo hubieran elegido a él para casarse conmigo.