CAPITULO 10: moretón

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Minhye

Me levanté tan pronto como salió el sol. Hoy no hay clases, es domingo, así que trato de enfocarme en las tareas por hacer de la próxima semana. Desde que Hayun se cambió de escuela, las cosas se volvieron aún mas pesadas para mi. Ser la presidenta de la clase incluye hacer mucho más de lo esperado.

Salí de la ducha, me cambié y me puse a hacer las tareas.

Todo tranquilo, hasta que Mely golpeó la puerta al entrar.

¿Qué sucede?— pregunté confundida. Mely me tomó del brazo bruscamente y comenzó a revisar la ropa que traía puesta.


Es demasiado simple. — se fue hacia mi guardarropa y lanzó varias prendas de ropa hacia la cama, una que otra al piso, y otras de plano a la basura.

Revisé mi brazo para asegurarme de que no haya dejado marca pero solo encontré algo enrojecida el área.


¿Está todo bien?— me acerqué. Mely ignoró mi pregunta y me lanzó un vestido floreado color melón en la cara.


Póntelo, ahora.

No dije ni pregunté nada más y solo hice lo que me pidió. Entré y salí del cambiador tan rápido como pude. Mely me lanzó los tacones a los pies alcanzando a lastimarme así el dedo pequeño del pie. Me agaché y traté de disminuir el enrojecimiento de la piel y después me los puse.

Siéntate, te peinaré.— indicó pero me negué.

Mi cabello aún está húmedo. Solo usaré una diadema para dejar que se seque.

—Te verás horrible. — me tomó del brazo y me llevo consigo hasta el espejo para comenzar a peinarme. Contrario al argumento que di, Mely recogió todo mi cabello y adornó con unas flores para que combinaran con el vestido. No me quejé, solo la dejé hacer lo que quería. —Listo, solo ponte algo de perfume y baja, tus padres te esperan. Si puedes hacer eso, ¿verdad?

Asentí e hice como dijo.

Ya voy.

Bajé las escaleras y busqué a mi familia por todas partes pero no había nadie lo cual me hacía creer que esperaban por mi en el patio así que me dirigí hacia allá. Vaya sorpresa me llevé al encontrarme con cierto chico pelinegro tomando té con mis padres en una de las mesas del patio de enfrente.

¿Buenos días?— más que un saludo era más bien una pregunta. ¡¿Que rayos está haciendo él aquí?

Su familia rápidamente se puso de pie e hicieron una pequeña reverencia como saludo así que hice lo mismo. Después, mis padres señalaron con la mirada al lugar frente a Huening Kai para que tomara asiento así que eso hice, me senté frente a Kai.

El chico evitó todo contacto visual conmigo, y creo saber el por qué.

Tomamos el té y escuchamos a nuestros padres hablar de las cosas en ambas empresas. Todo muy aburrido a decir verdad pero parece que los adultos solo saben hacer eso, hablar del trabajo.

¿Hueningkai?— habló mi madre.

¿S-si?— nervioso dejó la taza de té que estaba bebiendo sobre la mesa.

¿Por qué no llevas a Minhye a caminar por allá?— señaló con la mirada. — De seguro tienen mucho de que hablar en lugar de estar escuchando cosas aburridas de la empresa — dijo sonriente.

My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora