EPÍLOGO

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Cuatro años después

Minhye

El día tan esperado finalmente llegó.

Si bien la carrera de tres años se convirtió en una de cuatro, estoy muy agradecida porque en todo momento aprendí sobre muchas cosas, y ahora ha llegado el tiempo de poner en práctica todos mis conocimientos, es decir, voy de regreso a casa para buscar trabajo.


No sin antes, por supuesto, cumplir con lo prometido.



—¡¡Minhye-ssi!!— grita Hayun animada.



—¡¡Hayun-ssi!!


Corro lo más rápido que mis piernas entumecidas por el vuelo me lo permiten y la abrazo.



—¡¡Tu pancita!!—rápido toco su vientre y le doy ligeras caricias. El bebé brinca por el contacto físico.




—¡Está emocionado de verte!— dice mi mejor amiga.


—¡¿Emocionado?!—abro los ojos como dos lunas. —¡¿Va a ser niño?!

La castaña frente a mi muerde su labio inferior y asiente sin más remedio.


—Tu esposo te va a matar cuando se entere que ya revelaste el género del bebé.—Soobin aparece detrás de ella y rápidamente me envuelve en sus brazos. —Te extrañé, Minhye.


—Y yo a ti Soob.—sonrío.


—Bueno, será mejor que nos vayamos si no queremos que Bahiyyih se moleste. Ya vamos retrasadas.—Hayun mira la hora en reloj.—Y respecto a lo otro... más vale que no le vayas a decir nada, ¿eh? Estás advertido.—no puedo evitarlo y suelto una risita. Son los mismos de siempre.



—Oh... ¡lo siento! Hubo un ligero retraso en la salida, y—


—Bae, está bien—mi mejor amiga interrumpe mi paranoia lo cual agradezco de todo corazón.


Le paso mis maletas a Soobin y éste comienza a ponerlas en la cajuela de su camioneta.


—¿Y bien? ¿Ya cuanto tienes?—señalé su pancita antes de subir.


—Ocho meses y medio.


—¡¿Qué?!

—Está a nada de salir—rió.


—Parece que fue ayer que te casaste con—


—Menos charla y más acción—Soobin nos interrumpió. —Bahiyyih y Lea te están esperando.


Asentí feliz.


—Vámonos, chofer...



(...)



—¿Lista?— preguntó Bahiyyih.


Mi pecho subía y bajaba cada vez con más rapidez. Estaba nerviosa. Después de cinco largos años de espera, finalmente me casaría con Huening Kai.


Aquel primer día de clases en donde platicamos sobre lo que había ocurrido cuando me fui, Huening dijo algo que marcaría una línea divisora entre lo que habíamos sido e íbamos a ser, dijo y cito: "no importa la distancia entre nosotros o cuanto tiempo pase, te prometo estar a tu lado pase lo que pase... te amo". Y a continuación, me propuso matrimonio. Llevaba el anillo de su abuela Huening, que es entregado de generación en generación a las próximas esposas/nuevas miembro de familia, y lo colocó en mi dedo anular. Desde entonces, Huening Kai y yo hemos estado en contacto a través de mensajes, llamadas, cartas e incluso visitas, no importa cuan ocupado esté con la empresa familiar, él siempre tiene tiempo para mi.

Sin embargo la última vez que nos vimos fue hace un año, en la boda de Hayun, después de eso solo hemos podido comunicarnos a través de llamadas. No lo he visto aún y eso me pone más nerviosa de lo normal.


—Minhye, está bien, no te preocupes. Además, te ves preciosa—Lea intentó animarme. Bahiyyih asintió.


—De por si ya eras hermosa antes, ahora con ese maravilloso vestido de novia blanco te hace ver aún más—tocó la tela del vestido y se maravilló por su exquisitez. —¿De qué diseñadora dijiste que era?

—Ms Lee. Una diseñadora famosa en Inglaterra.—respondí.—Trabajé con ella el verano pasado como modelo para pagar las cuentas de la universidad y cuando se enteró de que iba a casarme se ofreció a hacer este vestido para mi. Es único en el mundo.


Ambas Huening asintieron maravilladas.


—Buena calidad—dijo Lea. —Cuando te cases con Ricky deberías comprar uno donde mismo—molestó a su hermana Bahiyyih.


—¡Yah! ¡Lo lamentarás!

A continuación Bahiyyih comenzó a perseguir a Lea por la habitación hasta que finalmente la alcanzó y la golpeó por lo que había dicho momentos atrás.


—Solo somos amigos.


—A otro perro con ese hueso—Lea giró los ojos.—Bueno, vámonos, que no queremos alterar a la novia antes del gran show.


—Okay.

Lea salió por la puerta mientras que Bahiyyih esperó un momento más para decirme una última cosa.


—La hubieras invitado, me hubiera gustado agradecerle personalmente por lo que hizo por mi hermano y por ti.

Sonreí.


—La invité a la boda pero le salió un contratiempo que al final no pudo venir.



—Oh... okay.—sonrió y finalmente se fue.



A la habitación especial para la novia entró mamá, unas viejas amigas, mi suegra, mis amigos, y todas aquellas personas que recibieron la invitación para la boda. Al final, entró Kai.

Cuando sus ojos se posaron sobre mi, el chico tierno de cabello dorado comenzó a derramar lágrimas de felicidad.


—¡Amor!—extendió sus manos y rápido acudí al encuentro para abrazarlo.—¡Estás perfecta!


—Tu lo estás aún más—sonreí. —Bueno, guapo.. si, esa es la palabra adecuada.—sonreí.

Huening Kai tomó mis mejillas entre sus manos y juntó nuestros labios en un tierno y dulce beso.


—Te amo, futura señora de Huening—dijo aun entre mis labios.

Y si, a pesar de los años las mariposas en mi estómago siguen cada vez que Kai y yo unimos nuestros labios en un beso.


—Te amo, futuro señor Huening Kai... —sonreí. —Gracias por todo el amor que me das.


—Gracias a ti, amor, por todo lo que hiciste por mi. —me dio otro suave beso— Te amo Bae Minhye... te amo ahora y siempre...

 te amo ahora y siempre

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Fin.

My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora