Minhye
—¡Ponte eso! —Mely tiró un vestido naranja con flores frente a mi. —¡Es muy tarde y tú no haces nada más que estar ahí de bonita!— gritó.
Últimamente Mely ha estado insoportable; es decir, siempre ha sido insoportable pero de un tiempo para acá me ha complicado la existencia a más no poder, sin embargo no le digo nada, aunque bueno, no es como si pudiera decirle algo, mis papás le pagan por su trabajo y eso es lo que hace, vestirme y ponerme bonita.
Siempre he tenido bien claro que las personas trabajan por lo que hacen y no por el trato a los demás así que no es sorpresa para mi que Mely me traté tan mal cuando anda de malas. Yo, por ejemplo, trato de ser amable con todos porque soy consiente de que no todos lo están pasando bien, pero no es porque así se deba de trabajar, sino más bien fue algo que la mamá de Hayun nos enseñó cuando éramos pequeñas.
Hayun... cierto. No he podido hablar con ella desde hace varios meses, solo la vi cuando fue la fiesta de bienvenida de Danielle y después de ahí ya no supe más de ella. ¿Estará bien? ¿Debería hablarle?
—¿A donde iré ahora?—pregunté cuando me agaché a levantar el vestido del suelo.
—Aparte de lenta, tonta— rodó los ojos. — Tienes una cita con el joven Huening.
Huening Kai... tampoco he hablado con él desde aquel día.
Resulta que jugar en el Arcade con Yeonjun fue más divertido de lo esperado; bien dicen que los planes no planeados salen mejor; jugamos unas tres horas y después me acompañó hasta mi casa. Podría decirse que todo salió bien a excepción de una cosa: vi a Huening Kai con una chica, y no, no era cualquier chica, era LA chica; alta, cuerpo bien proporcionado, con modales y postura elegante sin mencionar su hermosa cabellera roja como la de Yoon. Era perfecta.
Mis padres siempre han procurado que me vea perfecta dentro y fuera del hogar, sin embargo quedaría corta a su lado. Ahora entiendo por qué Huening Kai no canceló su cita por pasar la tarde conmigo.
Ese día llegué a casa con el corazón un poco lastimado y me encerré en la habitación, no quería salir ni ver a nadie hasta que Seonghwa llamó a mi celular. Charlamos algunos minutos y, cuando llegó el sueño, quedamos en seguir la plática otro día. Creo que Huening no me vió pues en el fondo de mi ser esperaba una llamada de él diciendo que me había visto o algo por el estilo pero no fue así, nunca llamó.
—Gracias por tu trabajo, Mely. — sonreí y fui hacia el baño para cambiarme.
Mis padres me llevaron hasta la casa de los Huening. Mentiría si dijera que no estaba nerviosa por ver al de cabello negro.
—Buenas tardes familia Bae— Kai saludó respetuoso en nombre su familia; estaban su papá, mamá, y sus dos hermanas presentes.
Aun no me acostumbro a ver a Bahiyyih, ¡es la misma cara de Kai pero con cabello largo!
—Buenas tardes, hijo. — ambos estrecharon las manos para saludarse.
Todos se dirigieron hacia el patio trasero para tener una amena tarde de té a excepción de nosotros dos quienes, desafortunadamente, ya teníamos planes para salir a convivir. Y si, nuestros padres lo hicieron.
—¿Qué es ahora?— pregunté evitando a toda costa que nuestras miradas se cruzaran.
—Es un concierto de ópera— sacó los boletos del bolsillo de su pantalón. —Minhye, ¿estás bien?— preguntó cuando vio que tomé los boletos en mis manos sin siquiera verlo.
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My dear Sputnik | Huening Kai
Fiksi PenggemarMinhye ha vivido toda su vida siguiendo las reglas impuestas por su familia y la sociedad. Nunca se quejó, hasta que la obligaron a comprometerse con una persona que no conocía. Hueningkai estaba en las mismas, así que unieron fuerzas para deshace...