CAPITULO 7: nueva unión

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Minhye

—¿Qué?

Música para mis oídos.

Creí que era la única que se sentía de esta manera pero ya veo que no.


Minhye...- intentó no hacerme sentir mal, pero la verdad es que me estaba haciendo un favor al mencionarlo.


No, por favor, repítelo. — pedí con una sonrisa en mi rostro.— Quiero estar segura.


—¿Qué? — no es necesario mencionar que él estaba más sorprendido que yo. —¿Qué quieres que repita?


—Lo que dijiste hace unos momentos... eso de que no te quieres casar conmigo.


—No me lo tomes personal, Bae. La verdad es que eres muy bonita pero no creo que lo nuestro vaya a funcionar.



—Eso es... excelente. —volteé a verlo e involuntariamente le di un abrazo. El chico tensó su cuerpo al sentirlo junto al mío pero nada de eso me importó pues estaba muy feliz como para preocuparme por ello.


¿Qué...?


—¿Crees que deberíamos ir ya mismo a hablar con nuestros padres?— pregunté animada. —Aún no llega tu hermana, así que supongo que es un buen momento para hacerlo. Ah, y casi lo olvido, deberíamos—


—No, Minhye. No vamos a hablar nada con nadie.


—¿Huh?



—¿No lo recuerdas? Estamos orillados a casarnos por beneficio de ambas empresas. ¿Crees que nuestros padres quieran romper el compromiso solo porque no nos sentimos listos para casarnos? No lo creo.


Lo miré fijamente y me acerqué dos pasos hacia él.


No comprendo.


—Hueningkai, si no querías romper el compromiso, entonces ¿por qué me dijiste que no querías casarte conmigo? No veo la necesidad.—si como quiera nos vamos a casar entonces hubiera preferido no saberlo. A lo mejor y un día ambos llegamos a congeniar y, quien sabe, algo bueno salga de todo esto así como dijo mamá. El pelinegro colocó ambas manos en su cintura y al poco tiempo sacó su celular para llamar a alguien.


¿Beomgyu?—se dió la media vuelta y comenzó a hablar por teléfono. — Hice una tontería, ¿aún está disponible la propuesta de irme a vivir contigo?



Me acerqué a él apresuradamente y le quité el celular de su oído para así poder colgar la llamada.


No.


—¡¿Qué estás haciendo?!

—No te vas a escapar a ningún lugar, Hueningkai. — comencé diciendo. —Tanto tu como yo tenemos responsabilidades que cumplir que ni aunque te marches del país vas a poder evadirlas. Tarde o temprano tus padres te encontrarán así que lo mejor es que sigas el curso de tu vida tal y como te lo están ofreciendo. — el chico solo me miraba sin decir nada. — Primero me dices que no te quieres casar, luego que debemos casarnos como quiera, y al final te acobardas y le llamas a alguien para escapar. ¡¿A qué estás jugando?! ¡¿Siquiera te entiendes tú mismo?!


Lejos de reclamarle a él la verdad es que me estaba reclamando a mi misma. Sé muy bien que debo casarme y también sé muy bien que no quiero hacerlo; Hueningkai me abrió los ojos y al mismo tiempo me ató de manos para liberarme, entonces, ¿qué debería hacer?



My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora