CAPÍTULO 26: destinados

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Minhye

—¿Estás... estás bien?— le pregunté a Soobin apenas cruzó la puerta del salón de clases. Tenía un labio partido y la mejilla tenía tonos entre morados y azules, un golpe reciente.


Soobin se limitó a sonreír y a asentir con la cabeza.



Estoy bien, no te preocupes.— se sentó a mi lado en la banca y comenzó a sacar sus cuadernos junto a sus plumas. — ¿Hiciste la tarea? — asentí. —¿Crees que puedas pasármela?


Toma— le ofrecí mi cuaderno, pero cuando volteó a verme para agarrarlo, rápidamente colocó su mano en mi mejilla.


—¿Qué es eso? ¿Un golpe?— preguntó preocupado. —¿Melyssa te hizo eso?


—¿Huh? ¿De qué hablas?


Lo morado debajo de tus ojos.


—Ah, eso... son ojeras.


No dormí durante toda la noche. Me la pasé pensando en la tontería que hice al admitir mis sentimientos por Kai ¡frente a él! Antes de las vacaciones llegué a imaginármelo pero en ninguno de esos escenarios ficticios lo imaginé como en realidad pasó. Una triste y miserable escena de celos que por cierto nada de fundamentos tenía me orilló a hacerlo. Solo éramos mi mejor amigo y yo platicando en un parque, y nada más.


Se supone...



—¿Soobin?


—¿Mmm?— respondió sin despegar la mirada del cuaderno pues el profesor no tardaría en aparecer en cualquier momento.


—Lo que sucedió ayer en el parque — Soobin dejó de escribir— ...estamos bien, ¿verdad? Quiero decir, lo que me ibas a decir... está todo bien entre nosotros, ¿cierto?



Soobin volteó a verme y sonrió.


—¿Por qué preguntas?



Lo que pasa es que ayer Huening Kai dijo una tontería y—


—¿Qué dijo?— me interrumpió, serio.



Lo miré por un momento y volteé a ver hacia todas partes asegurándome así de que nadie más escuchara pues, si alguna entrometida o entrometido llegase a escuchar, comenzarían a esparcir rumores que nada que ver.


Huening Kai dijo que... dijo que... — volteé a verlo a los ojos, me miraba fijo casi sin parpadear — dijo que me ibas a besar.


Las pupilas de Soobin se agrandaron e inmediatamente volteó su mirada hacia el cuaderno de nuevo.


Claro que no — aclaró su garganta — Huening es un tonto, no le hagas caso.



Lo miré por un momento sin decir nada, incrédula.


¿Soobin llamando "tonto" a su chicle?


Hay algo aquí que no me cuadra, y tal vez ese golpe en la mejilla de mi mejor amigo me ayude a comprender un poco más lo que no estoy entendiendo.



My dear Sputnik | Huening KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora