Corazón Vampiro 🫀 | YA EN FÍSICO

XIII. El Protegido

Una carta llegó a manos de Primrose durante horas diurnas. No quiso despertar a sus compañeros, así que, tras agradecer al cartero, pensó que ya estaba lista para ocuparse de un asunto importante. Después de todo, la carta estaba dirigida a "los señores Cruthadair".

Ella se percató, tanto por el sello como por el remitente, que aquella carta provenía de: "La casa Baudelaire". Aquel era un sitio en Winchester del que había oído hablar en sus visitas al pueblo. 

"¡Ese lugar es el infierno! ¡Esas rameras solo ensucian a buenos hombres! ¡Deberían cerrarlo!", exclamaban las mujeres con especial ensañamiento. 

La razón recaía en que aquel sitio era un prostíbulo, un burdel donde la vida nocturna y la hipocresía de la moral de esos tiempos cobraba vida entre música, alcohol y vicios. Al leer la carta, se percató de los motivos que tenía la casa Baudelaire para escribirles.

"Queridos Cruthadair.

Mi mayor sentido pésame ante la muerte del amo Byron. Antes de contarles mis motivos para dirigirme a ustedes por este medio, quiero que sepan que estoy a su disposición tanto como lo estuve ante Lord Cruthadair.

Escribo para anunciarles que he recibido una carta dirigida al difunto amo, una carta que, según indicaba la notificación escrita de los servicios de correos; estuvo perdida durante años, pero finalmente han logrado encontrarla y me la han enviado aquí.

Debido a que parece de suma importancia, me abstuve de enviar la carta directamente a ustedes. Les solicito que vengan a recibirla presencialmente, pues parece ser de un remitente delicado. Además, ¡ansío conocer a mis nuevos amos!

Atentamente y a su servicio, Colin".

—¿Quién es Colin? —preguntó Primrose cuando la noche llegó y pudo entregar la carta a Elliot.

—Un vampiro aliado —respondió el mayor de ellos.

—¿Iremos allá? Puedo ir yo, si quieren —se ofreció Locrian.

—Es una visita formal, no una de placer, Locrian.

—¡Oye, solo estaba siendo responsable como tú me has dicho! Le debo algo de dinero a Madame Baudelaire. Quería aprovechar ahora que soy rico para pagar mi deuda —confesó el gitano.

—Iremos los tres. Hace mucho que no veo a Colin —dijo Elliot.

—¿No es peligroso ir allá? D-digo... siempre en el internado nos decían que no debíamos acercarnos a lugares nocturnos —comentó Primrose.

—Por la concurrencia de gente, no es peligroso precisamente. Además, irás con nosotros, como cuando fuimos a cazar —dijo Locrian.

El día en el que debían partir, ella vistió con uno de sus más cubiertos y modestos vestidos, de aquellos de corte imperio y mangas largas que definitivamente la diferenciarían de la moda de las cortesanas.

La casa Baudelaire estaba ubicada en el centro de Winchester, pero se camuflaba bastante bien durante el día, aunque era inconfundible por las noches.

Mientras caminaban, Elliot le explicó respecto a Colin. Él fue un vampiro nacido de un clan enemigo a los intereses de Lord Byron, pero debido a una poco peculiar...

—Demencia, si es que así puedo llamarle.

... Sus padres lo encerraron y encadenaron en un sótano, con los ojos vendados todo el tiempo. Un día Colin pudo liberarse, él sólo pudo asesinar a todo su clan. Lord Byron y sus sirvientes llegaron al lugar y lo encontraron sin nadie alrededor. Tras indagar en las pertenencias de sus enemigos caídos, notaron que ellos estaban elaborando un plan para intentar robar su don.