•°• CAPÍTULO 31: FUE DIFÍCIL, ¿CIERTO?•°•

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Aquel día llegó a su fin, el cielo se oscureció y lleno de estrellas, lo que hizo que terminando la celebración por el cumpleaños de la hija del líder, todos regresarán rumbo a sus propias chozas en la aldea. Senku y Gen no fueron la excepción.

—¿Ya está dormida?

Senku cuestionó acercándose lentamente hacia Gen, quien abrazaba a la pequeña Suika en sus brazos.

—Sí, cayó rendida—le respondió con una ligera sonrisa en el rostro—. Se divirtió bastante junto a los otros niños, es bastante curiosa.

Senku reaccionó ante el gesto, se encogió de hombros suavemente y llegó hasta ellos con una capa de piel en sus manos para cobijar a la niña.

—Sí, tiene mucha energía.

—Eso es...

Gen no dejo pasar el detalle por alto, aquella piel era suya, después de todo.

Se trataba de su abrigo morado, obteniendo la respuesta de saber qué era lo que le había pasado al resto de la tela cuando vio que Senku únicamente se refugiaba en un pequeño trozo de este cuando buscaba aspirar sus feromonas. Ciertamente se sintió aliviado.

Senku asintió suavemente—Un día simplemente la cubrí con esto y después se convirtió en algo así como su cobija favorita, no lo suelta fácilmente, dice que le agrada como huele.

Gen se sorprendió un poco al escuchar eso—¿Crees qué...

—No.

Gen no terminó de hacer la pregunta cuando recibió una negativa por parte de Senku.

—En este mundo de piedra las castas ya no existen, pienso que simplemente se siente cómoda con el.

—Entiendo—relajó su sonrisa.

Senku terminó de arropar a Suika y se dispuso a cargarla ahora él, sobre sus brazos, para llevarla hasta su cabaña.

—¿Puedo?—pero Gen le pidió con una expresión a la que Senku no se pudo negar.

El Omega asintió suavemente, se dio media vuelta y pronunció—Sígueme.

El alfa avanzó a las espaldas del chico, caminando despacio para no interrumpir el sueño de la niña. Mientras eso, la brisa fresca de la noche les rozó la piel y un sentimiento de nostalgia les aprisionó ligeramente el pecho.

—Parece que se encariñó fácilmente contigo—dibujó una muy tenue sonrisa. 

—¿Lo crees?—Gen observó las pestañas de Suika mientras dormitaba, acogida en el calor y aroma de su ropa. 

Antes de llegar a las escaleras de bambú que los conducía a la estancia del líder, Gen dirigió la vista hacía la espalda de Senku y se armó del valor suficiente para cuestionar:

—Oye Senku-chan, podrías decirme, ¿Qué fue todo eso de "Papá Gen"?

Senku se frenó ante la escalera, sus pupilas carmín se contrajeron, pero se mostró tranquilo, solo aspiró un poco de aire—Ah, eso...— y luego comenzó a subir.

Gen esperó a que Senku abriera la compuerta de la habitación para subir con la misma delicadeza de antes.

Una vez adentro, Senku ayudó a Gen a cruzar por el acceso y después decidió proseguir.

—Un día—aclaró su garganta—, comenzó a llamarme mamá de la nada, no me molestó, ni nada de eso, pero al poco rato, pareció haber prestado más atención a su entorno y se dio cuenta de que, la mayoría de familias de la aldea, estaban conformadas por un padre y una madre, de género femenino y masculino, respectivamente.

"Para Estar Juntos" [GenSen Omegaverse] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora