"Para Estar Juntos" [GenSen Omegaverse] COMPLETA

•°• CAPÍTULO 25: SEPARACIÓN •°•

ADVERTENCIA: Este capítulo puede contener narración de temas o escenas sensibles, por favor, leer con discreción y bajo criterio propio. 

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El cielo, que ya estaba lo suficientemente oscuro por las nubes y comenzó a hacer ruidos fuertes, un trueno anunciaba la peor de las tormentas. 

Luchar contra Hyoga era una cosa, intentar engañarlo o huir como la última vez podría ser relativamente sencillo. Pero con Tsukasa sumado a la ecuación, todo cambiaba, nadie podía hacerle frente al estudiante primate más fuerte. Ni él, en ese estado, ni Senku, el omega que le negó el marcarlo en su momento.

El peligro aumentó drásticamente, ni siquiera era capaz de pensar en qué forma podría Tsukasa arremeter contra el omega cuando se enterará de su embarazo, ni tampoco, en alguna táctica mental que le asegurará que podrían estar cien porciento a salvo, luego de que el alfa los encontrará. 

Volvió a avanzar, con su mente nublada por el dolor y el miedo. Mientras unas pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caerle encima y a su alrededor. 

Desesperado, completamente desesperado. El lugar estaba rodeado, por un grupo de alfas aterradores y el peligro del fuego, ambos estaban en terribles condiciones, él no podía pelear, ni hacerle frente a nadie estando así de herido, por más que se aferrará a su naturaleza, y Senku, estaba ya en la etapa más complicada de su embarazo, vulnerable.

Su única ruta de escape era el río que los conduciría a Ishigami, pero la balsa aún no estaba terminada, el viaje sería bastante largo todavía, nadie les podía asegurar que no volverían a arrinconarles a mitad del camino, el clima podía jugarles en su contra y ponerlos en un mayor peligro y...

Y entonces, Gen tomó la decisión más apresurada que nunca antes en su vida había tomado. 

—¡Senku-chan!—gritó al llegar a la orilla del río. 

No pudo ni siquiera sentirse aliviado cuando vio al menor probando la madera que habían conseguido antes, en el agua, y no bajo las garras de alguno de los alfas dominantes. Al menos, no por ahora. 

—Felicidades mentalista, tú pequeña balsa ya ha conseguido flotar apropiadamente—Senku comentó con una sonrisa en la cara al ser llamado. 

Mientras Gen había partido para reunir la madera faltante, Senku ató los troncos con las lianas y los aventó al río, para probar su flotabilidad. Sí, era una pequeña, muy pequeña balsa, donde a penas y cabía una sola persona, todavía necesitaban más espacio, más mitades de troncos y un par de remos para avanzar apropiadamente, pero ya era un avance.

Alzó la vista en dirección al cielo, mientras Gen se acercaba a él—Aunque parece que tendremos que esperar otro día más, por como están las cosas. Se acerca una tormenta—chasqueó la lengua—y viajar en un río turbulento puede ser...

La vista del carmín que enfocaba al cielo, se vio interrumpida de un momento a otro cuando Gen le dejó caer su abrigo encima de su cabeza. El bicolor se acercó al chico con velocidad, recogiendo únicamente eso de su pequeño e improvisado nido, con ello rodeó a Senku en su aroma y soltar feromonas más potentes le resultó sencillo. 

—¿Mentalista?—Senku frunció sus cejas cuando la prenda le cayó encima, confundido también por el incremento tan repentino del dulce aroma en su silueta. 

No era el mismo aroma cálido de siempre, ese que le calmaba y le hacía saber que tenía a Gen a su lado, era más bien uno bastante agresivo. Casi como el de un estado de celo, pero sin ninguna intención lasciva de fondo. Únicamente pensado en aturdir los sentidos de su omega con cada aspiración, relajándolo a tal punto, que su visión se torno borrosa y sus extremidades cosquillearon.