•°• CAPÍTULO 8: SOLO TRAE MÁS PROBLEMAS •°•

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ADVERTENCIA: Este capítulo  contiene mención de temas y hechos delicados que pueden herir la sensibilidad de algunos lectores, se recomienda leer con discreción.

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Luego de aquella charla, sucedieron un par de intercambios más entre Senku y Gen, unos más íntimos que otros. También el bicolor había logrado hábilmente entregarle a Senku los materiales que le había solicitado, aunque seguía sin tener idea de en qué podría ocuparlos.

Como ya se había vuelto una rutina, sus conversaciones únicamente se veían interrumpidas cuando Xeno ingresaba al cuarto que le confinaba con una jeringa como amenaza, la voluntad del chico seguía tan firme como un roble, aunque su cuerpo denotara lo contrario. Gen solía cuidar a Senku por las noches, cuando la fiebre le inducía el sueño.

Colocaba una toalla húmeda en su frente y le acompañaba a los pies de su cama con una mirada devota. También, de vez en cuando, solía tararear una suave melodía que le ayudara al omega a calmar sus pesadillas. 

En el momento en que Senku murmuraba entre sus delirios el nombre de Byakuya, Gen sentía que el corazón se le achicaba. Cuando le habló de su padre el brillo en sus ojos era tan desolador como una brisa fría, no podía evitar compadecerse. 

Así como ayudarle.

Por ejemplo, cada vez que el científico tenía la necesidad de acudir al baño o tomar una ducha, Gen le ofrecía su hombro como apoyo para que pudiera levantarse de la cama con la poca fuerza que aún le quedaba en los tobillos, pero sentir las piernas titubeantes del otro también le generaba malestar. 

El menor le reveló la razón del porqué seguía intentando luchar contra el sometimiento que buscaban los alfas como Xeno imponer sobre él y con eso, Gen no hizo más que admirarlo. Le parecía increíble haber podido conocer a un chico tan genial y loco como lo era Senku, ni en sus más mórbidos sueños pensó en esa posibilidad. Aunque siempre supo que Senku era un chico puro y amable, saber que tenía intenciones tan nobles e inmensas como el de recuperar lo que perdió la humanidad tras la petrificación y no dejar a aquellos que eran su igual en casta, bajo las garras de los prepotentes alfas, su admiración se acrecentó tanto que no podría describirlo con palabras. 

Pero, por más que Senku fuera un hombre admirable, no dejaba de ser solo eso, un hombre.

Uno que estaba llegando a su limite de una forma dolorosa.

—Buenos días señor Asagiri.

Un nuevo día y una nueva visita de Xeno en el lugar. El platinado lucía una sonrisa amplia en el rostro, pero una mirada densa.

Gen le observó y correspondió el saludo—Buenos días.

El doctor presento su propia tarjeta para poder ingresar a dónde Senku. Sin antes frenarse para brindar una instrucción.

—Señor Asagiri, ¿Algún informe de relevancia?

—Por el momento nada—afinó su garganta—. Su condición sigue igual, el cansancio mental sigue impidiéndole estar de pie, hoy ni siquiera ha intentado hacer un esfuerzo por levantarse—Gen le informó con seriedad, a la par que le observaba curioso, pues está vez Xeno estaba en solitario y por más que buscará con la mirada, no logró percibir la presencia de alguna jeringa.

—Así que la situación sigue igual de aburrida por aquí—resopló—, eso no es nada elegante. Que remedio, supongo que es hora de animar las cosas. Señor Asagiri, le pido que tome nota de cada detalle que suceda a continuación.

Por un corto instante la mirada de Xeno irradió una energía avariciosa, generando curiosidad en el mentalista, estaba seguro de que de nuevo, se trataba de una tetra sucia que Xeno había preparado para hacer sufrir a Senku. Gen solo pudo asentir tomando entre sus manos su pequeño block de registros y un bolígrafo.

"Para Estar Juntos" [GenSen Omegaverse] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora