Cap. 26 "Detenidos."

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(mayo 26, 2020, Suburbios de Londres, Inglaterra.)

(Richard Maxwell/empresario.)


Esta mañana Melody me recordó volver a casa temprano ya que era el cumpleaños de los gemelos y tendríamos invitados a su festejo. A pesar de llevar años conociendo a mis cuñados, no entiendo porque se niegan a tener una gran fiesta por su cumpleaños, pero si esa es su elección, no voy a obligarlos a tener grandes festejos, así que sus cumpleaños siempre los festejamos en familia con unos cuantos invitados, por lo general sus amigos más cercanos.


Así a la una de la tarde salgo de mi oficina para dirigirme a casa, al llegar mis pequeñas hijas están jugando con sus autos, vaya, no creo que fueran a divertirse tanto se les hubiera comprado un auto real, son tremendas, pues son muy traviesas, pero también son adorables, cariñosas y alegres.


Albert ya está aquí con su hermano y un amigo al que llaman Little John, al que saludo y entro a casa con mis hijas pues deben lavarse antes de que lleguen los invitados y podamos ir a comer.


Los primeros en llegar fueron los padres de John, resulto que eran abogados, él es fiscal y ella litigante, vaya por Dios, un pequeño desacuerdo hizo que John les dijera a sus padres que pararan o llamaría al su abuelo, cuando lo observe curioso solo me dijo

-Mi abuelo es juez y su sentencia es final. - ahí entendí que debía ser difícil tomar una decisión en su casa sin convertirlo todo en un juicio legal.


Poco después llegaron los otros invitados que eran las amigas de Albert y Alfonse que según dijeron eran hermanas, lo que no dijeron es que eran trillizas idénticas. Por lo que pasada la sorpresa de las trillizas y de las presentaciones pude notar que Elizabeth y Victoria conversaban mucho con las trillizas, pero lo más curioso fue verlas comer y moverse sincronizadas; si lo hubiéramos intentado, ellas no se habrían movido con tanta sincronía, luego también me di cuenta que no solo Elizabeth y Victoria parecían hablarse en código, sino que las trillizas también lo hacían no solo entre ellas, sino con mis hijas. Eso me sorprendió mucho y hasta me dio algo de temor, era muy bizarro que cinco mujeres con años de diferencia y que acababan de conocerse, se movieran tan sincronizada mente y sobre todo que, con una palabra simple y algo extraña, todas se rieran y respondieran


Después de la comida todos jugaron algo que las trillizas trajeron, mientras los observaba jugando como niños a pesar de ser universitarios y mientras jugaban yo estuve conversando con John Colbert el padre de Little John y con Charles Pearson, el padre de las trillizas y a pesar de las horas cuando la reunión termino, yo no sabía a qué se dedicaba Charles Pearson, solo sabía que era americano, que trabajaba mucho por lo que cuando estaba con su familia lo disfrutaba al máximo y que acostumbraba jugar con sus hijas tanto como pudiera.


Como nos volveríamos a ver el sábado, pues tendríamos una fiesta de jardín a lo que Charles llamo barbacoa no me preocupe, al fin podría preguntarle después.


Así pasaron los días y llego el viernes, por ser fin de semana y ya que me tomaría el sábado, tenía mucho trabajo que hacer y dejar pocos pendientes para el siguiente lunes, pero a eso de las tres de la tarde recibí una llamada de Albert

Amor para cuatroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora