Capitulo 22

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Seguimos con los entrenamientos al llegar, pero cuando llego la hora de ir con nuestros instructores, el señor Arturo me llevo a un lugar distinto estábamos cerca del lago solo a unos cuantos pasos de distancia estaba confundida no comprendía que hacemos aquí, pero tampoco me llegaba a cuestionar nada no me atrevía a decir nada, pero no sé si es por miedo o por pensar que crea que soy una tonta por no comprende bien del todo.

- ¿Como estas? - me había sacado de onda, ya que al escucharlo en como lo dijo fue raro.

-Bien-

-Si quieres hablar de algo de lo quesea, puedo escucharte, si eso es lo que quieres, o si quieres algún consejo puedo dártelo no dudes en hablar conmigo de lo que sea no te juzgar- al verlo su mirada voltee para ver el paisaje atreves de la ventana.

-si- es todo lo que pude decir, no es la primera vez que me dice eso, acaso cree soy dedil oh todavía me consideran una niña pequeña, debo de madurar ya para no sentir su lastima es extraño, pero no quiero escuchar las lastimas de nadie, pero si me gustaría recibir algún abrazo, cosa que recordé al señor Francis creo que él fue el único que supo que necesitaba un abraso, pero me gustaría recibir uno de mis padres o mis hermanos de alguien que le tenga afecto.

No hice mucho solo practica ese día, me había llevado al establo, al ver que mis respuestas solo eran si, no, está bien al llegar vi ese caballo otra vez, me había dejado un rato sola con el pero el gesto que hizo el caballo fue raro, además sentí dentro de mí una gran necesidad de llorar, al acercarme acariciarlo.

-puedes abrasarme si quieres y llora nadie está viendo yo estoy contigo no estás sola- escuche esa voz en mi cabeza otra vez sé que es el hablándome, no lo resiste, pero era lo que necesitaba el me hizo que llorara, al sentir su tacto.

la semana termino, así como los días pasaron, se volvía ya algo rutinario, eso me gustaba, entre semana asistía a la escuela de mi mundo y los fines de semana iba a ese mundo, cuando estoy en la escuela me gusta aprovechar las horas libres para hacer mis tareas al llegar a casa me encerraba en mi cuarto después de comer, y no salía de ahí solo veía las seria que me gustaba y me ponía a dibujar, a un sigo sin saber por qué Cristian no viene pero no me atrevo a preguntarle  tal vez ya nos volvimos una molestia para él es impresionante como mi padre, le invento otra cosa a mi madre para que ella creyera que solo estaba en un club deportivo los fines de semana.

Yo quería decirle la verdad a mi madre, pero mi padre me prohíbe contarle ella desconoce todo esto, y parte de sus peleas es porque mi padre, ya no está muy segundo en casa, está haciendo misiones, a parte de su trabajo al menos eso me cuenta el, no quiere que mi madre, se siga molestando mucho más, además si le decimos todo esto nos tomara por locos, y es probable para que la hagan callar, la metan a un manicomio, yo no quiero eso, y tengo que obedecer a mi padre, a un que no mes guste hacer muchas cosas, de lo que me dice, no quiero que se enoje también, conmigo o que me diga esas palabras que dijo en frente de sus amigos que "yo soy la culpa bel de todo esto" esas palabras al escucharlo me dolió mucho más al escucharlo decir eso, no me he podido sacar esa palabras de mi cabeza hace varios días, para él es una broma pero para mí, me duele escuchar estoy saber que mi familia esta así, por mí me arrepentí de hacer aceptar ser parte de esto.

quisiera volver el tiempo atrás, y negarme, así mi familia no estaría tan divida como lo está ahora, mi padre tiene razón yo soy la culpable de todo esto, al salir del baño, me dolía la cabeza, y vi dos chicas, una la reconocía me solía molestar mucho en el primer año, al verme sola solo se aprovechaba de mí, sentí miedo hasta mi corazón se aceleró.

-he, cuatro ojos hace mucho que no nos vemos, veo que tienes nuevas amigas-

me quede en show, no sabía que hacer, solo escuchabas su risa burlona, no sé qué tato se susurran. esperaba que no voltearan esto es un apresadilla, y justo cuando estoy sola. Una de ellas me empujo por la espalda, me mordí la lengua, me gustaría tener mis podres, justo ahora, al menos les daría un susto.

-ha quiere llorar- justo cuando su amiga iba a cerrar la puerta de, vi ha Andrea y Amelia, salí corriendo a sia ellas, pero el fuerte jalón de mi cabello me dolió tanto.

-ha donde crees que vas no he terminado contigo- me dolía tanto solo quería me soltara mi coleta, a un le tengo miedo a esta rubia.

escuche los golpes, en la puerta, su amiga castaña solo vi como callo, alas suelo, al verlas ahí ellas dos, solo llore.

-suéltala idita, asquerosa-no puedo creer Andrea, está muy furiosa, incluso se le saltaron las venas nunca la vi tan furiosa.

-No te metas gorda-

Andrea le metió un puñetazo, en la cara, ella me sostenía a un he izo que propasara no sé en qué momento, me soltó el cabello solo lo sentí, libré de ese apretón, Amelia, solo vi que ella estaba sosteniendo una puerta de los cubículos no sé en qué momento la encerró, luego vi a Hanna, abrir la puerta, estaba muy sorprendida, al ver su rosto, así, se acercó a mí, me ayudo a pararme yo seguía llorando, solo escuchaba Andre diciéndole cosas muy oribes a la rubia, al salir, una señora de la limpieza nos vio.

después de eso estamos, en la dirección, no puedo creer que Andrea, le allá echo en el rosto, la dejo muy golpeada.

-porque no me dijiste que ella te molestaba-

-no se- es todo lo que podía decirle, Andrea, me alegro mucho que ellas apreciaran no sé qué hubiera paso, si no se hubiera intervenido esa chica rubia, me molestaba mucho, pero cuando conocí Liam no se me acerco más,  después de un rato ya era la hora de la salida, nos perdimos dos clases por esta situación, mis amigas se fueron cada una me abrasaba, dándome ánimos, sé que estando con ellas tenerlas de migas, es lo mejor que me ha pasado, cuando salí, para ver a mi padre, vi a Olivia, a lo lejos con su padre y hablando con el madre de viviana, no savia que se conocían, Viviana me dio una sonrisa cuando nuestra miradas se cruzaron, cuando hice un gesto de saludo con mi mano a distancia su madre me miro, pero desvié mi mirada así Oliva, esta enojada.

hasta el gesto que me hizo, me hizo sentir mal, como si yo fuera la culpaba de todo esto sentí su indignación así mí.

en el camino, así la casa mi padre tomo otra ruta, al hacer eso sé que va a empezar una muy larga charla.

- ¿Porque no me dijiste que le molestaban? -

-no se- a un sigo repitiendo mucho esa palabra.

- ¿porque no te defendiste? para eso vas a esa estúpida escuela especial- me mordí el labio y vire la ventana para contenerme en no llorar, y distraer mi mente de esta situación-que inútil, es para que ellas te tengan miedo a ti, no tu a ellas, esto es increíble- está muy molesto mi padre, entre más lo escucho con esa seriedad e indignación más me muerdo la lengua, incluso el dolor que siento no hace que mi mente se distraiga.

trate de pensar, en cosas positivas, pero solo llevan puras negativas, mi padre tiene razón, hubiera sido mejor no a ver nacido, no sé cuánto tiempo llevamos en al auto, pero podía ver un local estamos cerca de casa.

-tu madre, no sabe nada, y no se va a enterar de esto, le dirás que te caíste en la clase de educación física-

-si padre-

solo quería dormir, ya no estar en casa, ya no estar en este mundo, pero a un sigo pensando en oliva no sé por qué puso esa cara.

Yumbrel: nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora