Capítulo 2.

5 3 0
                                    

No paro de buscar locales para el día de mañana poder cumplir mi sueño, llevo buscando dos meses y no encuentro nada, o son muy caros, o no me gusta la ubicación del local o me piden demasiada documentación para empezar y no puedo.

Con 25 años, querer abrir mi propio negocio es más difícil de lo que yo me creía, pero eso es lo único que me mantiene en pie y con ganas de seguir adelante.

Mi sueño siempre ha sido tener mi propia tienda de ropa y si me funcionaba, poder crear mi propia marca, pero eso es soñar demasiado para alguien como yo, con mi poco optimismo y mis pocas ganas de todo en general.

Estuve trabajando hasta hace poco en una tienda de ropa para poder pagarme los estudios, siempre he estado estudiando cursos de moda, terminé el grado universitario en Diseño de Moda y ahora estoy tomándome un descanso mientras estudio locales y miro proveedores que el día de mañana puedan servirme para mi tienda.

El nombre siempre lo he tenido muy claro "Metas de Moda". Me encantaría llamar a mi local así, me recordaría todos los días que las metas que uno se pone hay que alcanzarlas luchando por ellas y siendo constantes.

"Metas de Moda" sería una tienda ideal, tendría todo tipo de ropa, calzado y accesorios, aunque me encantaría centrarme en ropa formal y elegante, aunque si la tienda funcionase, abriría más locales con un poco más de variedad.

Mi padre me animó desde el primer momento que se lo conté. Siempre me apoyó y se ha encargado de ayudarme a pagar siempre mis estudios, sobre todo porque también sabía que quería estar un tiempo descansando mientras miraba locales, entonces me ayudó a ahorrar para que yo tuviese dinero para mí.

Mi padre toda su vida ha sido actor, bastante conocido y con un gran caché aquí en España, aunque tuvo la suerte cuando era joven de grabar varias películas en Estados Unidos e Inglaterra. Dejó de actuar hace cinco o seis años más o menos y decidió abrir su propia escuela de teatro.

La escuela de mi padre "Grandes talentos, caminos difíciles" es una de las más conocidas en el país, ofrece un plan educativo increíble y sobre todo grandes salidas profesionales. Varios alumnos suyos hoy son actores jóvenes de series y películas en grandes plataformas, alguno ha tenido suerte y ha llegado a la gran pantalla de Hollywood, pero eso fue hace muchos años.

En la escuela lo bueno que tiene mi padre son los contratos externos con varios teatros que le dan la oportunidad de llevar sus obras y poder enseñárselas al mundo.

Siempre he dicho que lo que más quiere en el mundo mi padre es al cine y al teatro. Se desvive por ello y le encanta pasar horas y horas entre bambalinas, diseñando guiones, escenarios y obras nuevas. Disfruta tanto que hace que yo disfrute viéndole a él. Ese brillo en los ojos de mi padre cada vez que me cuenta una historia, aunque sea repetida, es lo mejor que me pasa todos los días, sin duda.

A mí, en cambio, nunca me ha llamado la atención ese mundo, principalmente porque odio ser el centro de atención. Ya bastante me cuesta que a veces me reconocen por ser "la hija de" como para que encima hubiera hecho algún teatro o película y me reconocieran más todavía, no es lo mío. Mi padre lo intentó durante años, me llevaba a sus clases y me daba guiones para que los leyese, pero a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió. Por suerte para mí, no le importó tanto como yo pensaba y en seguida aceptó que yo quería emprender en mi propio negocio.

La Saga Destino: Conocerte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora