Capítulo 39.

5 4 0
                                    

-Despierta dormilona.

La voz de Enzo suena en mi habitación y abro los ojos para confirmar que es real o solo estoy soñando. Le veo sentado en mi cama, vestido de negro y con una mochila.

-¿Qué estás haciendo aquí?-digo frotándome los ojos.

-Vístete, nos vamos.

-¿Cómo que nos vamos? ¿A dónde?-pregunto incorporándome en la cama.

-No hagas preguntas por favor, solo coge una mochila con ropa y algún bañador. La mochila que sea lo más pequeña posible, pero venga date prisa-dice sonriendo.

-Enzo no estoy entendiendo nada de esto-digo levantándome de la cama.

-Eso no importa, venga te dejo sola, voy a ver a tu padre-dice saliendo de mi habitación.

Me deja sola y me apresuro en hacer lo que me ha dicho. Estoy nerviosa porque no sé qué significa todo esto ni a dónde vamos, ni cuánto tiempo. Enzo es demasiado impulsivo y es literalmente capaz de todo.

Cojo todas mis cosas y la ropa que creo que puede ser más importante y salgo al salón después de haberme vestido de la forma más cómoda posible, una camiseta blanca y unos vaqueros negros. Me he puesto mis deportivas y me he recogido una coleta en el pelo.

-Ya estoy preparada-digo.

-Perfecto, nos vamos-dice cogiendo su mochila y levantándose del sofá.

Se despide de mi padre y ambos mantienen una sonrisa cómplice. Mi padre le abraza y oigo como le da las gracias al oído.

-Bueno papá, espero que no me secuestre y que sepas dónde voy a estar o lo que sea que vaya a pasar, te llamaré después, te quiero-le digo dándole un beso.

-No me llames, tranquila y disfruta de todo, nos veremos pronto, te quiero cielo-me abraza mientras que me dice las palabras.

Salimos por la puerta de mi casa y cuando llegamos a la calle lo primero que veo es la moto de Enzo.

-¡No pienso subirme ahí Enzo!-le grito alterada.

-Tranquila, te juro que todo va a estar bien, no pienso permitir que me sueltes, iré despacio y si necesitas que paremos, lo haremos. Por favor, confía en mí, nunca dejaría que te pasara algo malo jamás-me dice acariciándome el pelo.

-Enzo...No estoy preparada para esto de verdad, no puedo-digo nerviosa.

-Irina, vamos a hacer esto juntos y lo vamos a superar te lo juro-me dice.

Lo pienso varias veces, dudando en si tomar la decisión o no, pensando si subir y arriesgarme a estropear todo o si voy a entrar en un ataque de pánico.

-Voy a subir, pero por favor, ten mucho cuidado con todo esto, es muy importante este paso para mí Enzo-le digo abrazándole.

-Todo va a estar bien cariño-me dice.

¿Acaba de llamarme cariño? Si, lo ha hecho y no sé si me asusta o me gusta oír ese tipo de palabras saliendo de su preciosa boca. Me aterra pensar que alguien me pueda hablar así después de todo lo que pasó con Álvaro, me aterra que alguien pueda sentir algo por mí, porque yo no puedo sentir nada, ni si quiera por el increíble hombre que tengo abrazado a mí calmando mis miedos y haciendo que sea valiente para enfrentarme a la vida. Si no puedo amar a un hombre como Enzo, nunca podré amar a nadie.

-¿Te ayudo a subir?-me pregunta.

Asiento con la cabeza y cojo su mano para subir en la moto. Me siento muy nerviosa pero deseo que esto pase cuanto antes. Enzo guarda las cosas y sube en la moto, me agarro fuerte a él y comienza a reírse como un loco.

-No me agarres tan fuerte, por favor me estás dejando sin aire.

-Perdón-digo soltándole un poco.

Agarra mi mano y la vuelve a poner exactamente donde estaba e igual de fuerte.

-Si así estás más segura y tranquila, yo estoy cómodo, así que, nos vamos-dice.

Apoyo mi cabeza en su espalda y sonrío tímidamente sabiendo que no puede verme.

La Saga Destino: Conocerte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora