Capítulo 31.

5 4 0
                                    

Ahí está, delante mía, feliz como si fuera él quien ha recibido la mejor noticia de su vida, pero no es así, está feliz por mí y eso me gusta y me sorprende a partes iguales. Nunca nadie se había vuelto tan feliz por algo mío, ni si quiera Lu o mi padre, el que por cierto sigue mirándome atónito y sin entender nada de lo que está pasando, igual que el resto de los chicos.

Enzo se ha convertido en una parte muy importante de mi rutina y de mi vida, es con la persona que más tiempo comparto y sin saber porque, eso cada día me gusta más. Me alegra pensar que hay alguien en el mundo que me entiende o que al menos lo intenta, alguien que comparte mis alegrías y sobre todo, alguien que respeta mi tristeza y mis cambios de humor tan drásticos y comunes. Sé que el día de mañana podríamos llegar a ser grandes amigos, a día de hoy junto con Lu, es lo más parecido a un amigo que tengo y eso me pone contenta.

-Cielo, ¿qué está pasando?-me pregunta mi padre.

-He conseguido un local papá, está en ruinas pero eso significa que podré hacerlo todo a mi forma y a mi gusto-le digo sonriendo.

Mi padre me abraza, fuerte. Sabe lo importante que es todo esto para mí y sobre todo sabe, que esto es un paso más para recuperar a la hija feliz que un día perdió.

-Eso es maravilloso, cielo. Quiero que me cuentes todo, con pelos y señales-me dice.

-Venga chicos, os invito a cenar para celebrarlo-les digo a todos.

Miriam se me queda mirando, celosa por la escena que acabamos de montar Enzo y yo.

-Yo no voy, tengo mejores cosas que hacer-me dice Miriam.

-Perfecto, pues estamos todos-dice Enzo rodeándome los hombros con su brazo.

Me siento nerviosa cuando noto su piel en contacto con la mía y miro al resto del grupo esperando su respuesta.

Todos asienten con la cabeza y después cogen sus cosas para poder irnos de la escuela. Mi padre es el último en salir puesto que se queda un par de minutos apagando las luces y cerrando las aulas. Nosotros esperamos en la calle. Todos me felicitan y me abrazan cuidadosamente, ya que no tenemos mucha confianza como para este tipo de gestos de cariño.

Enzo me mira alejado, mientras que tiene su teléfono en la mano y observa detenidamente a la pantalla sonriente.

Arqueo las cejas ya que no se de qué se trata lo que está viendo y eso hace que se me pasen mil cosas por la cabeza.

"¿Estará conociendo a alguien?" "¿Le gustará alguna chica?" Pienso.

Si es así, ojalá sea alguien tan buena y amable como él, se merece eso y más. Creo que nadie nunca podría estar a su altura y le sería difícil encontrar a alguien con un corazón tan puro. Pero seguro que lo hará y eso me hará muy feliz.

"¿Verdad?" Pienso.

Tengo claros mis sentimientos por Enzo, pero a veces me encantaría haberle conocido hace años, cuando todavía creía en el amor, pienso en lo feliz que me hubiera hecho como pareja, en lo diferente que serían las cosas ahora, en que quizás, solo quizás, no hubieran muerto mi madre y mi hermano.

Mi padre sale por fin y nos informa de que tiene el sitio perfecto donde podríamos ir, tan solo a unos pocos minutos de donde estamos ahora.

Todos caminan cerca de mi padre y yo les sigo unos pasos por atrás. Disfrutando de este pequeño instante de felicidad y deseando que a partir de ahora, todo siga siendo así.

Cojo mi móvil para enviarle un mensaje a Lu e invitarla a que venga a la celebración.

-¿Un girasol?-dice Enzo refiriéndose a la foto que tengo de fondo de pantalla.

Me asusta y le miro desconcertada.

-Me has asustado-digo riéndome-Sí, un girasol, me encantan, me recuerdan a mi infancia, mi madre solía regalarme un girasol una vez al mes porque sabía lo feliz que me hacía ponerlos en mi balcón-le cuento con añoranza.

-Me hubiera encantado ver tu cara cada vez que recibías uno-dice.

-Era feliz, aquella era una buena época de mí vida, ojalá lo hubieras visto.

Me quedo callada tras decir lo que he dicho, deseando que la tierra me trague.

¿Por qué desearía que él hubiera visto aquello? No tenía sentido, o al menos yo no quería dárselo.

El sonido del mensaje de confirmación de Lu me trae de vuelta a la realidad y le mando la dirección para que venga en cuanto pueda.

La Saga Destino: Conocerte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora