CAPITULO XI

366 68 2
                                    

BUDAPEST
11:00 Α.Μ.

Gracias a la eficiencia del agente Tibor Vincze, que se habia encargado de resolver todo el asunto del tiroteo en el hotel sin que se hicieran más indagaciones al respecto, en aquella fria mañana iluminada por un sol pálido y radiante, SJ y Namjoon se encontraban tomando un café en la terraza de la pasteleria Gerbeaud, ubicada ante la plaza dedicada al poeta Mihály Vorosmarty.

-Yo diría que el anillo.- se contestaba Namjoon a si mismo y en voz alta la pregunta que momentos antes se hiciera, en referencia al intento de robo de la noche anterior. SJ observó a lo lejos la estatua del poeta al centro de la plaza, y dio un sorbo a su cafe expresso, dejando que el castaño prosiguiera con su razonamiento: Además, ¿por qué enviar a otra persona para hacer lo que vino haciendo antes?

Hablaban ahora, cambiando impresiones, como dos agentes profesionales, con la clara convicción de que la decisión que tomaran la noche anterior había sido la correcta. Sus mentes pues, rechazaban todo ese recuerdo que podria perturbarles, y se concentraban en el objetivo de su misión. SJ respondió en una forma que le sorprendió al parecerle obvia:

-Porque era de día. Y eso va contra su patrón de actuar.

Namjoon se encogió de hombros. No le satisfacia del todo la respuesta,

-Una explicación demasiado racional. Yo aventuraría otra respuesta.

-¿Cuál...?

-Que le teme a la luz. Y tengo la impresión de que ese sujeto se siente desprotegido si no está actuando al amparo de las sombras.

SJ dejó pasar por alto el comentario. En lugar de seguir por ahí la conducción del razonamiento, manifestó, incómodo. - Hay algo que no encaja en todo esto.

Namjoon comió un bocado de su langós, una especie de torta con nata, que acompañó con un trago de su capuchino -¿A qué te refieres...?

-A que no sólo es con respecto al modus operandi, sino que...- hizo una pausa. SJ recordó el incidente en el vapor, y finalmente se decidió a revelárselo a su compañero.- Hay algo que debes saber... algo que me ocurrió antenoche en los baños del hotel...

Y narró en pocas palabras su experiencia. Namjoon le escuchó con profunda atención. Finalmente y cuando el concluyó, preguntó:

-¿Y nunca viste quién te hablaba? - Él negó con la cabeza.

-No. Pero estoy seguro que era ese otro sujetó, el rubio. Lo que me dijo y la forma en que apareció, justo cuando yo estaba pensando en la persona que llevaba el anillo cuando le disparamos en Roma.

Durante unos instantes permanecieron en silencio. El castaño dejó vagar distraídamente la vista por la plaza y finalmente habló: -Yo tuve una experiencia similar.- y dio un largo trago a su cafe, como para recobrar ánimos después de la revelación. SJ lo observó con cierta sorpresa, manteniendo un expectante silencio para animarlo a continuar.

-Senti que alguien me observaba y una extraña sensación me invadió....

Después contó lo de su pesadilla. De aquella pesadilla erotica y repulsiva a la vez, en donde se presentaba un ser extraño y monstruoso. Y mirando a SJ con una expresión que reflejaba un profundo temor, remató:

-¿Sabes lo que más me ha asustado de todo esto, SJ? Que a través de esas sensaciones y de esos sueños tengo la horrible impresión de que en alguna forma u otra me siento conectado con ese asesino.

SJ no dijo nada por algún tiempo. Él pensaba con cierta desazón e incomodidad que de alguna forma él tenía esa misma sensación con respecto a la extraña sombra que le habia hablado en el vapor, como si pudiera meterse en su cerebro y leer sus pensamientos. Su mente y la de ese rubio conectados en alguna forma. ¿Telepatía? Podía ser la explicación más lógica, pero aún asi quedaban muchas interrogantes sin respuesta.

-¿Te das cuenta... - preguntó Namjoon, rompiendo de nuevo el silencio entre ambos...- que desde que nos apoderamos del anillo han venido sucediendos cosas muy extrañas?

-Tengo que admitir que eso es cierto. Pero tiene su lógica. Los que lo poseían antes están rondando sobre nosotros. Saben que lo tenemos. Y esa sensación de acoso nos ha creado una paranoia que explicaría en gran medida tus sueños o... - Se contuvo. Namjoon concluyó lo que él no se atrevia a decir:

-... ¿La presencia de ese ser que pudo entrar en tu mente?

Él intentó rechazar la idea. Y buscó de nuevo la lógica tratando de explicar aquello que le incomodaba:

-Pudo ser una alucinación también. Algo provocado por el estrés y el cansancio. O un estado de somnolencia que me producia el estar tanto tiempo expuesto al calor del baño.

- Dijiste hace un momento que algo no encajaba. ¿A qué te refieres con eso?

-No es sólo con el modo de actuar típico de esos criminales... atacar en la oscuridad y todo eso. Sino en algo más..

-Tengo la impresión de que el intento de robo de anoche fue una decisión tomada unilateralmente...

-¿Cómo?

-Si. Algo que por ahora ignoro, pero que hizo actuar al ejecutor por su cuenta, sin que el cerebro, es decir, el rubio, lo supiera. Y eso está planteando una dicotomía entre ambos. Por culpa de él no están actuando en sincronía, y esa es una ventaja que podríamos aprovechar a nuestro favor.

-Pero si el rubio desea el anillo.

-Desea algo más, Namjoon. Te dije una vez que como buen depredador, tiene paciencia y está jugando las fichas a su conveniencia y dentro de los tiempos que el marca. Y eso tiene una razón de ser. Nos está dejando actuar, y espera que nosotros consigamos para el lo que el no ha podido obtener. Es decir, el secreto en el anillo- Namjoon aventuró la pregunta, temiendo la respuesta.

-¿Y cuando lo descubramos?

SJ no contestó. Su mente rechazaba las turbulentas ideas que lo atormentaban, buscando encontrar el equilibro a través del razonamiento lógico. Finalmente habló, ante la total y concentrada atención de su compañero:

-Ellos se harán presentes.- y clavando la mirada en el castaño y agregó con total convicción, en un tono totalmente fatalista pero real: Entonces tendremos el encuentro definitivo. Serán ellos o nosotros. Si son ellos, habré cumplido mi tarea, en la que tú me has ayudado. Si somos nosotros, el crimen de Nicole, de tu amigo y de muchos más, quedará impune.

Por toda respuesta y ante el desconcierto de SJ, Namjoon dijo una palabra:

-¡Praga!

-¿Qué dices...?

El castaño tomó la laptop de él, murmurando un "permiteme". La abrió y esperó a que se hiciera la conexión, explicando en tanto aparecia el documento en la pantalla:

-Las últimas anotaciones de Giancarlo Alberto revelan un nombre y una pequeña nota... - En la pantalla se vieron los documentos escaneados del anticuario. Volteó un poco la computadora para que ambos pudieran ver cómodamente lo que ahí aparecía escrito. El castaño movió el cursor hacia abajo, y se detuvo en la última parte de aquellas notas que en forma atropellada, exaltado por el alcohol y la droga, bajo una presión paranoica y de terror, Giancarlo Alberto Ligozzi había escrito:

"Jeremias... tiene respuestas. Contactar Praga".

-¿Jeremías? - leyó en voz alta SJ, sin entender. Namjoon asintió:

-Jeremias Speelmar. Conoci a ese tipo en un congreso en Florencia. Precisamente fue Giancarlo Alberto quien me lo presentó. Un sujeto peculiar. Todo un personaje... Es un exjesuita... es exorcista de la Iglesia y, sobre todo, experto en vampirologia. En otras palabras, si el Van Helsing de Brant Stocker hubiera existido, sin duda él hubiera sido.

SJ trató de rechazar aquella propuesta. Sin embargo, las torturadoras ideas persistian en su mente, y aunque queria rechazarlas permanecieron ahi, preocupándole. Namjoon, insistió ante su silencio:

-¿Y bien...? Creo que por ahora esa es nuestra última carta para jugar. Tú decides, SJ, si la jugamos o no. - SJ lo miró con intensidad. No había salida. Finalmente concedió, con un resoplido:

-Creo, querido amigo, que tendremos que hacer ese viaje a Praga.


La investigación

El Principe Maldito- Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora