CAPITULO VII

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CIUDAD DE MEXICO


Comenzó, como él decia, por el principio. Así que después de darse un buen baño, SJ abordó su automóvil y se dirigió a la primera cita que se había programado con el Ministerio Público que, estando en turno, había recibido la notificación del crimen, procedido al levantamiento del cadáver y llevado a cabo la averiguación previa. Su nombre era Angel Fuentes y ya lo estaba esperando en el restaurante donde se habían citado para desayunar.

Mientras devoraba sus huevos Benedictine, Angel Fuentes se dio a explicar lo que había ocurrido esa noche a un atento SJ, que apenas había tocado su plato de frutas con queso cottage y miel, y bebía a sorbos de su cafe cargado.

-Hubo dos acontecimientos que se desencadenaron casi al mismo tiempo durante esa madrugada. Dos acontecimientos que en principio parecían totalmente aislados pero que, posteriormente, al investigar se convirtieron en uno solo...

Hizo una pausa para tragar un bocado, haciéndolo pasar con jugo de naranja. SJ esperó paciente y echó una mirada curiosa a través de la cristalera junto a la que estaban sentados, y desde donde se dominaba uno de los lagos del Bosque de Chapultepec, rodeado por una cinta de cemento por donde a esa hora un gran número de personas se dedicaba a hacer deporte, desde un tranquilo caminar hasta correr con gran entusiasmo, sudando copiosamente, pasando por aquellos que se hacían acompañar de su rutina matinal por algún perro que alegre trotaba junto a ellos o, libre de cadenas, iba de un lado a otro, deteniéndose a olisquear algo con curiosidad; para luego reiniciar su marcha alcanzando al amo o a la ama que se le habia adelantado, y alguno que otro ciclista que pedaleaba vigorosamente. Regresó su mirada cuando el Fiscal continuó:

-Primero, lo de la muerte de la muchacha ésa. Luego lo otro, la denuncia de unas chamacas de la desaparición de su amiga, que al llegar en la madrugada a su domicilio, se encontraron con la puerta abierta que daba acceso al edificio donde vivian, lo que no era normal, descubriendo en el recibidor, tirada junto a las escaleras la bolsa de su amiga. Subieron al departamento y vieron que la cama estaba tendida y ella no se encontraba en ningún lado... Llamarón a su celular y nadie contestó... Incluso se contactaron con el taxista que habitualmente la llevaba y él les informó que la había dejado a eso de las dos de la mañana... Así que ante todo eso, decidieron avisar a la policia, temiendo que algo malo le pudiera haber pasado...

SJ interrumpió el tomar las notas, para preguntar:

-Dos acontecimientos... un crimen y un supuesto secuestro que finalmente resultaron un solo suceso. Es decir, la chica asesinada y la supuesta secuestrada eran la misma persona, ¿es asi?

El otro asintió, blandiendo el tenedor para reforzar su afirmativa. SJ continuó:

-¿Recuerdas las horas en que tuviste conocimiento de los dos incidentes?

El Fiscal se limpió la boca con la servilleta. Volvió a asentir.

-Si mal no recuerdo, la denuncia por la desaparición de la muchacha la hicieron sus amigas a eso de las cinco o seis de la mañana. Y del crimen dio parte a los patrulleros un hombre que hacia ejercicio, los oficiales nos reportaron que fue a eso de las siete de ese mismo dia. Es decir, dos horas después, entre un evento y otro.

-Alguna relación entre ese hombre, el corredor, y la victima? ¿No había nada entre ellos? ¿No se conocían?

A cada pregunta el Ministerio Público negó con la cabeza. Y aún así SJ hizo una nueva:

-Ni de manera ocasional? ¿No eran vecinos...?

-No. Nada. No se conocian. Investigamos al sujeto. No tiene antecedentes. Es contador de una empresa de electrodomésticos. Casado, con dos niños. Tuvo un preinfarto, lo que lo ha obligado a medirse con la ingestión de carne con grasa y cosas que tengan colesterol... Ya sabes, mucho brócoli y ejercicio.

El Principe Maldito- Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora