El Principe Maldito- Adaptada.

CAPITULO III

NUEVA YORK.
AL ATARDECER

Estaba por anochecer y se encontraban de nueva cuenta en el departamento de Namjoon después de haber disfrutado, en un concurrido Oyster's Bar de una buena fuente de mariscos, regada con unos tarros de excelente cerveza alemana, en donde, dejando por un momento a un lado el asunto que les habia llevado a reunirse, aprovecharon para charlar de otras cosas y ponerse al día sobre sus vidas. Ahora Namjoon, con unos pequeños anteojos para leer, calados en la punta de su tripingada nariz que le daban un toque de colegial travieso, estaba ante la computadora siguiendo muy atento los datos que arrojaba la investigación que llevaban a cabo los investigadores de Interpol en diversas partes del mundo, en tanto que SJ revisaba la Biblia de Nicole con atención.

-¿Hay algo ya? -preguntó SJ, a lo que Namjoon respondió:

-Por el momento no hay noticias.- y agregó mientras tecleaba velozmente en la computadora para ir a otro sitio de búsqueda.-: Veré qué hay en Lloyd's con respecto al seguro, aunque dudo mucho que encontremos algo importante, pues por lo general cuando se aseguran joyas el cliente sólo proporciona una lista de los objetos con su descripción, quedando bajo su cuidado tener elementos que las identifiquen, como fotografias o facturas con las cuales acreditar la existencia real de los bienes asegurados.

SJ afirmó con la cabeza:

-En ese sentido es poco probable que los Goldinak hayan tenido la precaución de fotografiar sus alhajas.

Ahora cambió el tema levantando la pequeña Biblia con la mano y agitándola hacia el castaño. -Yo por mi parte acabé con la revisión de este libro.

Namjoon giró en la silla y agachando un poco la cabeza, le miró expectante por encima de los anteojos.

-Las anotaciones y los párrafos subrayados por Nicole refieren por lo general al número de la Bestia.

-¿El triple seis? Es el que identifica a Satanás.- aseveró el castaño, provocando un nuevo asentimiento de SJ. Namjoon prosiguió.- ¿Qué hay de sus anotaciones?

SJ hizo un gesto de duda, cayendo más hacia al escepticismo.

-Lo mismo. "Es el diablo". Pero hay una que destaca más en los pasajes del Apocalipsis de San Juan, en donde se habla de un gran dragón rojo que pretende devorar al hijo de Dion. Ahí hay una anotación de puño y letra de la muchacha: ¡La Bestia que se esconde en la oscuridad, así lo he soñado!".- Namjoon frunció el ceño, y repitió en voz alta:

-La Bestia que se esconde en la oscuridad, asi lo he soñado" - y mirando de nuevo a SJ, advirtió: Me pregunto si esos sueños tienen relación con los libros que buscaba en la biblioteca. Recuerda lo que dijo su abuela, que a partir de ahi le entró el interés por ellos. Y a partir de ahí también se hicieron presentes las pesadillas.

SJ afirmó:

-Esa respuesta la tendremos mañana temprano, amigo mío, cuando vayamos a investigar y sepamos qué tipo de lectura llamaba la atención de esa muchacha.

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NUEVA YORK.
PRIMERAS HORAS DE LA NOCHE

Una limosina negra se detuvo ante la lujosa fachada del edificio en donde vivía Julia Goldinak. El solicito chofer bordeó el vehiculo para abrir la portezuela y de él descendieron Jimin y Maurice.

Ignorando al portero que les abrió la puerta de bronce y cristal simeridade, entraron al inmueble. Cruzaron el lujoso lobby y se detuvieron ante el mostrador de cubierta de mármol, donde el conserje, un negro alto y fuerte, en los cincuenta años, luciendo un elegante uniforme, interrogó con amabilidad a la pareja, preguntándoles a quién buscaban.