Capítulo 19

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Luego de un fin de semana tortuoso (según Midnigth), por fin pudo volver a ver a Min luego de dos días sin verla, como castigo.

Cómo siempre, primero fueron a buscar a Min a su casa, para después ir a la escuela primaria. Al llegar a dicha escuela, varios niños miraban de mala manera a Midnigth y Min. La mayor de ambas niñas ignoraba completamente aquello, Pero su amiga se sentía abrumada y ciertamente culpable.

Cuando llegaron a su salón, lo primero que encontraron al sentarse en su mesa, fueron varias cosas escritas como: "¡Tontas!" "Niñas feas", entre otras cosas. Pero las que más destacaban eran: "Putas de mierda" "Malditas zorras" "Son un asco" "Ojalá se mueran".

Min comenzó a sosllozar en silencio, algo que su amiga noto. Molesta, miro a su alrededor, notando como varios comenzaban a murmurar sobre lo que estaba ocurriendo.

- ¡¿Acaso no saben a quien joder le la vida? Déjense de molesta y busquen se a otras personas quienes aguantes sus estúpidos insultos que ni lo parecen! Si tienen algún problema con nosotras, hablen nos a la cara, ¿O acaso tienen miedo?

Lo último lo dijo con una sonrisa algo siniestra, mientras veía a los demás callarse, se sentó y le hizo gesto a Min para que hiciera lo mismo, algo que hizo, aún con la mirada baja y los ojos cristalinos por las lágrimas contenidas.

Para intentar subirle los ánimos, Midnigth saco de su mochila un set de plumones punta pincel y se los dió a Min. La menor se negó, ya que no quería arruinarlos pintando en un dibujo que seguramente no quedaría bien. Al ver que su plan no estaba funcionando, optó por el plan B.

Saco un plumón de color magenta claro y se lo dió. Min quería devolverlo, pero Midnigth no le dejo, dándole el cuaderno que la solía usar para dibujar.

- N-no es necesario Mid.

- Si lo es. Esos hijos de puta te hicieron llorar, y nadie lo hará mientras yo esté con vida. Si vas a soltar lágrimas, quiero que solo sean de felicidad y no de tristeza. Así que ponte a dibujar, sabes que siempre guardaré tus regalos, y más si son dibujos.

Min sonrió, algo que Midnigth le hizo saber que había logrado hacer sentir mejor a su mejor amiga. Ambas comenzaron a dibujar, y así estuvieron hasta que llegó la maestra para dar su clase. . .

. . . . . . . . .

- ¿Vendrás a quedarte a dormir mañana?

- ¡Claro que sí!

- Bien, nos vemos mañana Min.

- ¡Nos vemos Mid!

Cada niña se fue con su respectivo familiar. En el coche donde Midnigth estaba, está le contaba el como pudo subirles los ánimos a su amiga, sintiéndose muy bien al hacerlo, y poder decirles a los demás niños que se jodan.

- Sabes que no puedes decir eso en la escuela.

- Lo se papá Lloyd, pero esos niños se lo buscaron. Además, escribieron cosas horribles en nuestra mesa; se suponían que eran insultos.

- Tienes que decirle a tu maestra en vez de decirles esas cosas.

- Lo que digas papá Lloyd.

Cuando llegaron a su casa, dos de los padres de la niña se sintieron orgullosos de ella al poder defender de manera verbal a su amiga, recibiendo cada uno un golpe leve en la cabeza por los otros dos padre de la menor.

Padres por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora