Las clases transcurrieron con normalidad. Bueno, se diría así si cierta persona no hubiera abierto la boca.
Todos los de la escuela, durante los recesos, se amontonaban para hablar con Midnigth, ya que todos querían saber dónde estuvo durante 9 años. Esto le molestaba demasiado, ya que quería pasar tiempo con Min, y varias veces se va a golpes con algún creído que hablaba de más. . .
Cuando ya eran cerca de las 6 de la tarde, ambas salieron de la escuela al terminar el horario escolar. Estaban caminando hacia la casa de la madre de Min, ya que está quería pasar la mayor parte del tiempo con su amiga.
- ¿Me dirás que te ocurrió durante los 9 años que estuviste ausente y en donde estuviste?
- Como decirte si que entres en pánico.
- ¿Tan malo era?
- Además de eso. . . ¿Escuchaste la noticia de que un edificio se incendio?
- Si, ¿Por qué?
- Bueno, fui la causante del incendio.
- . . . ¡¿Que?!
- Shh, baja la voz.
- ¡¿Como que fuiste tu?!
- Ahg, sabía que reaccionarias así.
- Explícame.
- Bueno. No estaba en mis planes incendiar lo, Pero creo que fue lo mejor.
- ¡Pudiste salir herida!
- Pero no lo estoy. Bueno, no completamente.
- ¡¿Que?!
- Mira, ya llegamos
Min volteo su cabeza, dándose cuenta de que ya estaban en su casa. Suspiro, abrazo por última vez en el día a Midnigth, quien correspondió. Al separarse, golpeó la puerta, viendo como Midnigth se alejaba.
- Min-, cariño, pensé que llegarías antes -dijo su madre, con un tono de leve preocupación.
- Lo siento mamá, me quedé hablando con alguien.
- ¿Hija, que ocurre, por qué parece que quieres llorar?
- E-es que. . .
- Mejor entra y me cuentas que paso.
~Con Midnigth~
Se encontraba caminando con un paso tranquilo por las calles, yendo a una dirección en específico. Caminaba pensando en las reacciones que tendrían aquellas personas a las cuales les tomo cariño desde que era una bebé.
En menos de 10 minutos llegó a su destino, una casa blanca de dos pisos, de colores variados, Pero que combinaban.
Suspiro, alzó la cabeza y golpeó la puerta tres veces, recibiendo un "ya voy" desde dentro. Espero pacientemente, teniendo mil cosas en mente.
Salió de sus pensamientos al escuchar la puerta abrirse. Se quito la capucha y el cubrebocas, dejando ver su rostro y su cabello. La puerta se abrió, dejando ver a un hombre rubio de ojos color esmeralda.
- ¿Que se le ofre. . .ce.
- H-hola papá Lloyd, eh vuelto.
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Padres por error
RandomUn día como cualquiera, en el monasterio, golpean la puerta desesperadamente. Los ninjas van a ver, pero solo encuentran algo que los dejará algo impactado.