Capítulo 9

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Una semana. . .

Una JODIDA semana que Thomas les estuvo molestando a ella y Min, sin dejarles en paz, ni siquiera en clases.

Ese día no era la excepción. Parecía que sabía cómo hacerle enojar.

- ¡HIJO DE TU RE PUTA MADRE!

Thomas le tiró una cubeta de agua a ambas, luego le dió una cachetada a la más baja, para luego tirar en frente de ellas el álbum de fotos de Min, y lo que quedó de Live, quien se había metido en la mochila de la antes mencionada.

El robot tuvo un corto circuito, quedando apagado y el álbum todo mojado.

Min se aguantaba las ganas de llorar, Pero no pudo. Midnigth perdió la paciencia, yéndose a golpes con su compañero.

Varios formaron un círculo alrededor de ambos, alentando la pelea.

- ¡Midnigth detente! -suplicaba Min, pero era ignorada.

- ¡Maldita basura!

- ¡Basura tus padres!

- . . . ¡AHORA SI TE PASASTE!

Los golpes que Thomas recibía se volvieron más fuertes, dándole directamente en la cara. Claro que este se defendía, Pero casi no golpeaba a la contraria por qué está no le dejaba de golpear.

Ambos tenían moretones, a Midnigth le salía un poco de sangre de la boca, mientras que a Thomas de la nariz.

Pero hubo un momento en el que Thomas grito de dolor, Pero fue un grito desgarrador, como si le estuvieran arrancando una parte del cuerpo.

Varios se asustaron y retrocedieron al ver que Midnigth mordía el brazo de Thomas, provocando que este sangre.

Pudo soltarse, notando como su brazo sangraba sin parar, manchando su ropa. Midnigth se quedó unos momentos arrodillada en el suelo, mirando sus manos con algunas gotas de sangre que salían de su boca.

- ¡Maldita zorra. ¿Que mierda te pasa?!

- . . .

- ¡Responde maldita sea!

Siguió sin obtener respuesta, hasta que sintió un escalofrío recordarle la espalda al ver como la contraria se relamia los dientes, pero estos tenían una forma puntiaguda.

- Puagh, tienes un sabor horrible -fue lo que dijo Midnigth, haciendo un gesto de asco.

- ¡Estás loca!

- Lo dice el que decidió pasarse de los límites. Hubieras pensado antes de hacer lo que hiciste.

- ¡No hice-

- Dejaste a Live en el peor estado que pude ver. Destrozaste el álbum de fotos de Min. Insultas te a mis padres y golpeaste a mi amiga. No creo que tengas el derecho de decir que no hiciste nada.

Un profesor llegó, y al ver a ambos alumnos golpeados, los mando a la enfermería, mientras le preguntaba a los demás presentes que había ocurrido.

. . . . . . . . .

Las horas pasaron volando. Ambos estudiantes fueron suspendidos por tres días, estando en el salón del castigo por el resto del horario escolar.

A la hora de salida, Min regaño a Midnigth, diciéndole que no debió haberlo golpeado.

- Se pasó contigo.

- ¡Tampoco fue para que lo golpearas así!

- Si fue necesario. Insulto a mis padres.

- Lo se, se lo merecía, Pero-

- Min-, por favor, estoy bien.

- Pero- Midnigth-

- No te preocupes. Estarás bien sin mi, el tampoco estará durante tres días, y si alguien te hace algo, solo dímelo.

- ¿Prometes no meterte en problemas a partir de ahora?

- ¿Tengo que prometerlo?

- Tu nunca rompes tus promesas.

- Bien, lo prometo. Solo porque tú me lo pides.

La más baja sonrió. Se separaron al llegar a la casa de Min, ya que Midnigth tenía que llegar lo antes posible, ya que sus padres de seguro la regalarían por lo que hizo.

Pero algo se repetía en la cabeza de Min.

¿Por qué sus dientes tenían esa forma y que tenía la jeringa en su habitación?

Luego le preguntaría, Pero dudaba obtener alguna respuesta.

Padres por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora