Capítulo 22

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Midnigth estaba triste y a la vez confundida. Sus tíos se tendrían que ir al día siguiente y Min ya no le dirigía tanto la palabra, ya que se la pasaba hablando con sus padres.

No entendía que sucedía y el hecho de pensar que Min ya no le quería cerca le deprimía.

En la escuela, Min volvió a hablarle con naturalidad, pero con algo de nervios. Cada vez que le preguntaba que le pasaba, ella decía que estaba bien, algo que no la convencía del todo. . .

Estaban en el último receso y luego tenían hora libre, ya que la profesora se fue por un tema importante. Estaban las gradas de la cancha de la escuela, dibujando.

- Min, ¿Segura que no ocurre nada? -volvio a preguntar.

- ¡Seguro! ¿Que podría ocurrir? -hablo, con un tono nervioso.

- Has estado actuando raro cuando mis tíos llegaron de sorpresa y casi no me hablaste. Pensé que ya no querías ser mi amiga -explico, con un tono triste al decir lo último.

- ¡No quiero dejar de ser tu amiga! -exclamo, algo que sorprendió a Midnigth.

- ¿Entonces?

- E-es solo que-

La campana sonó, finalizando el receso. Min tomo las hojas que estaba dibujando y espero a que Midnigth bajara. Ambas se dirigieron a su salón para seguir dibujando, sin volver a hablar del tema. . .

Al llegar la hora de salida, sus padres no fueron a buscarla, pero Min sugirió ir al parque un rato y luego ir a su casa, algo que le parecio raro, mas no se nego.

Caminaron un par de calles hasta llegar al parque más cercano, el cual era en dónde se conocieron cuando eran unas bebés.

Fueron a los columpios, moviéndose levemente mientras miraban las nubes o algún insecto que pasaba volando.

- ¡Mira Mis, una mariposa!

La mencionada miro hacia el frente, notando como dicho insecto se reposaba sobre su nariz. Se quedó quieta para no asustarlo y luego de un rato, la mariposa retomo su vuelo.

- Son bonitas, ¿No lo crees?

- Si, tienes razón.

Se quedaron un rato en el parque, hasta que vieron como el sol comenzaba a ocultarse. Ambas decidieron ir a la casa de la más grande, ya que no querían perderse durante la noche. . .

Caminaron unas tres calles hasta llegar a la casa. Midnigth quería tocar la puerta, Pero al hacer un poco de presión, está se abrió. Se alertó, pensando que alguien había entrado.

Abrió la puerta de golpe, notando que todo estaba a oscuras. Encendió las luces, y casi salta del susto que le provocaron sus familiares al salir de la nada y gritar.

- ¡Sorpresa!

Noto las decoraciones de cumpleaños que colgaban en las paredes, los globos y el pastel en la mesa con algunos aperitivos y bebidas.

Por un instante, pensó que era el cumpleaños de Min, pero se cuestionó al acordarse de que era el próximo mes. No se dió cuenta cuando su padre Cole la tomó en brazos y la acercó a la mesa, sentando la en la silla que estaba en la cabecera de la mesa.

No entendía y se esforzaba por intentar lograr saber de quién era la festividad.

- ¿De quién es el cumpleaños? -pregunto.

- ¿No lo recuerdas? -pregunto Lloyd y ella nego- ¡Hoy es tu cumpleaños!

No se lo creía y miro el calendario que colgaba en la puerta, notando la fecha.

- Oh -fue lo único que dijo.

Los mayores evitaron reírse por su pequeño olvido y comenzaron a cantar la típica canción. Midnigth salió de sus pensamientos y sonrió, y al finalizar la canción, soplo la vela que tenía la forma del número 8.

- ¡Feliz cumpleaños Mid! -Min le abrazo, y se disculpo por no haberle hablado mucho durante la semana, ya que quería que esto fuera sorpresa. Obviamente Midnigth le perdono.

Festejaron unas pocas horas, hasta que llegó el momento de abrir los regalos. Kai le regaló una espada de juguete, Lloyd dos macetas, una con plantas carnívoras y la otra con rosas blancas, Cole le regaló un libro de recetas dulces, Jay una colección de libros que Midnigth llevaba pidiendo hace meses, Zane un robot con forma de gato, y Nya varias prendas de ropas al gusto de menor.

A ella le encantaron los regalos, ya que eran cosas que le gustaban, más la lectura y la jardinería. Ha ya otra caja, está un poco pequeña, Pero eso no le importo al notar que era el regalo de Min.

Lo abrió con entusiasmo, encontrando un libro algo grande. Lo abrió y noto que era un álbum de fotos, dónde se las mostraban a ambas desde bebés, hasta hace unos pocos días donde fueron a una feria de atracciones.

- Se que no es mucho pero-

No la dejo terminar, ya que le abrazo sosteniendo el álbum.

- ¡Es hermoso, muchas gracias!

Siguieron celebrando, y luego de unos minutos Min volvió a su hogar. Luego de limpiar la sala, se fueron a dormir. Midnigth se quedó dormida mientras veía todas las fotos que tenía con Min, teniendo una sonrisa en su rostro al caer dormida.

Padres por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora