Era Octubre y varios niños ya estaban pensando de que disfrazarse. En el caso de Midnigth y Min, se disfrazaban de dúos que veían en caricaturas.
Pero faltaba una semana para Halloween, y ambas ya sabían de que vestirse. Pero a pesar de eso, Midnigth actuaba extraño; no le dirigió la palabra a Min durante todo el día, solamente le respondía con gestos, y siempre que intentaba ver que escribia en una hoja de papel, esta lo abollaba y lo tiraba, o en algunos casos se la comía .
No entendía esa actitud, y su cabeza se llenó de pensamientos negativos, creyendo que ya no le soportaba, que ya no le quería cerca y que la odiaba.
No siguió insistiendo en hablar con Midnigth, sabiendo que está no le hablaría. Al terminar el horario escolar, pensaba en irse sola a su casa, pero Midnigth le tomo de la mano y comenzó a correr; estaba confundida, pero no opuso resistencia.
Llegaron a la casa de las más grande, y está golpeó la puerta, la cual se abrió por si sola.
- ¿Que sucede Mid?
Como se espero, la contraria no respondió, solo se colocó detrás de ella y le cubrió los ojos, haciéndola entrar a la casa. Se escuchó la puerta cerrarse, Midnigth le destapó los ojos y vio a su madre y a los padres de su amiga allí. Decoraciones de cumpleaños y un pastel de colores celeste y rosa.
- ¡Feliz cumpleaños! -exclamaron todos.
Min estaba confundida, hasta que sintió el abrazo de su amiga. Sin poder negarlo le correspondío, comenzando a sosllozar.
- No llores Min.
- P-pense que ya no me querías.
- Lo siento, pero trataba de no decir nada sobre tu fiesta sorpresa.
- ¿N-no me odias?
- No lo haría.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo.
Luego de esa conmovedora escena, las niñas festejaron junto a los mayores, comiendo los bocadillos que Lloyd y Jay, junto a la madre de Min prepararon. . .
Ya casi oscurecía, ya era hora de que Min abriera el regalo de su madre y de su amiga. Primero abrió el de su madre, eran un conjunto de ropa, colores y un juguete. Abrazo a su madre, agradeciéndole por los regalos.
Luego abrió los de Midnigth. También era un conjunto de ropa, Pero diferente al de la madre, un peluche de dragón blanco de ojos azules, un álbum de fotos de ellas dos de color rosa claro, y por último, un sobre blanco.
Iba a abrir el sobre, Pero Midnigth le detuvo, sonriendo.
- Ábrelo mañana, no quiero que llores ahora -susurro, y aunque a Min le parecio extraño, dejo el sobre de lado.
La fiesta siguió por un rato, y luego Min- se fue a su casa, despidiéndose de Midnigth y los padres de esta, agradeciéndoles por la fiesta.
Una madre e hija salieron, los padres le preguntaron de que trataba el sobre que le obsequio a su amiga, pero está solo les sonrió y les dió uno blanco.
- Abran lo mañana.
Dicho eso se fue a dormir, ya que decía que estaba cansada. A los mayores les pareció extraño, Pero no abrieron el sobre para no romper la confianza que tenían con la niña. Luego de acomodar la sala y lavar los trastes, cada quien se fue a dormir con su pareja, quedando plácidamente dormidos al instante.
ESTÁS LEYENDO
Padres por error
RandomUn día como cualquiera, en el monasterio, golpean la puerta desesperadamente. Los ninjas van a ver, pero solo encuentran algo que los dejará algo impactado.