Capítulo 19

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Un nuevo día comenzó. Siendo domingo, muchos jóvenes decidieron salir al parque, o simplemente salir sin algún lugar en específico.

Min estaba volviendo de hacer unas compras que su madre le encargó. Al ser varias cosas, las bolsas pesaban, dificultando le el caminar.

Le faltaban unas pocas calles para llegar a su casa. Decidió correr para poder llegar rápido y dejar las bolsas, Pero no se dió cuenta de un pequeño hoyo en el suelo, provocando que tropiece, y caiga al suelo.

- Ugh. D-duele.

- ¡Min, ¿Estas bien?!

La mencionada alzó la vista, notando a Midnigth, quien se veía preocupada.

La mayor se agachó y comenzó a guardar las cosas que se habían caído de las bolsas, ayudando en el proceso a Min.

- G-gracias Mid.

- No me agradezcas. ¿Pero que hacias corriendo?

- Quería llegar a mi casa más rápido, Pero tropecé.

- Deja que te ayude.

Midnigth agarro las bolsas, comenzando a caminar en direccion a la casa de Min. Está quería tomar las bolsas y llevarlas por su cuenta, Pero la mayor no se lo permitía.

- ¡Déjame llevarlas!

- No.

- ¡Aunque sea una!

- Mmm, está bien.

La más alta le entrego la bolsa más liviana, recibiendo un reproche por parte de Min, quien le decía que debía dejar de esforzarse y dejar que lleve el mismo peso que ella. . .

En unos diez minutos llegaron al hogar de Min. Está tocó la puerta y sin que Midnigth pudiera reaccionar, le arrebato la bolsa. La mayor no se enojo, solo se encogió de hombros y espero a que abran la puerta. A los pocos minutos fue abierta por Héctor, quien al notar la presencia de Midnigth sonrió con burla.

- ¡Min, regresaste! Ya te estabas tardando.

- Lo siento, Pero tropecé en el camino de regreso.

- No creí que vinieras con tu "amiga".

Midnigth le dedicaba una mirada seria a Héctor, siendo este que se acercara y la empujara "suavemente".

- Gracias por traerla. Puedes irte.

- Héctor, no seas grosero.

- Pero si no le hice nada. ¿Acaso no soporta que la empujen de broma?

- No puedes tratarla así.

- Pero ella te abando-

- ¡Ella no lo hizo. Deja de decir eso y ten un poco de modales!

Tanto Héctor como Midnigth estaban sorprendidos por la reacción de Min. Está miraba de manera molesta a Héctor, quien sonrió con el celo fruncido.

- Yo tengo modales. Que está psicópata no sepas lo que son las bromas no es mi proble-

Min se arto del comportamiento de su amigo. Le dió una cachetada en la mejilla, mirándolo de manera molesta.

- ¡No le digas así! ¿Que te pasa Héctor? Tu no eres así. ¿Por qué la tratas así?

- . . . ¿Acaso no lo notas?

- ¿Notar que?

- ¡Le gustas. ¿Por qué no entiendes que quiero alejarte de ella por tu bien?!

- ¡Lo único que haces es lastimarme y lastimar la!

- ¡Pero ella-

- ¡Cállate. No tienes el derecho de hablarle ni mucho menos tratarme de esa manera. Si, ha Sido grosera al principio contigo, Pero luego no te hizo nada para que le trates de esa forma!

- Ya debe de estar acostumbrada.

- ¡Da igual si está o no acostumbrada. No puedes tratar a alguien así!

- ¡Pero ella interfiere entre lo nuestro!

- ¡Tu y yo no tenemos nada!

- ¡Pero-

- ¡Silencio! Además, ¿Quien dijo que yo sentía algo por ti?

- . . .

- No puedes obligarme a amarte, yo ya estoy enamorada de otra persona.

Al decir eso, Min volteo su mirada hacia Midnigth, para luego de unos segundo volver a mirar a Héctor.

- Tu no me gustas. Lo siento, Pero no te veo de esa manera.

- P-pero-

- Héctor, no puedes hacer nada.

- ¡E-ella es el problema! -al decir eso, dirigió su mirada hacia Midnigth- ¡Tu, maldita psicópata, tu la manipulaste!

- Yo no le hice nada.

- ¡Mientes. Si tú no hubieras vuelto, Min estaría conmigo, y no se fijaría en alguien como tú!

El silencio se hizo presente. Min quiso reprocharle a Héctor, Pero Midnigth se le adelantó.

- No puedes tratarla ni obligarla a hacer lo que se te de la gana. Min decide a quién amar y tú no eres quien para decidir por ella.

- ¡Cierra la-

- ¡Guarda silencio. Me estoy hartando de tu puta actitud, estoy harta de que le trates de esa manera! Si de verdad la amarás, la dejarías ir como el buen amigo que eres.

- . . .

- Ni tu ni yo podemos decidir sobre ella. Y lo sabes.

Héctor no dijo nada y volvió a entrar, subiendo las escaleras y cerrando la puerta de la habitación de invitados de un portazo.

Una vez ambas estaban solas, Min quiso hablar, Pero Midnigth lo hizo primero.

- Min, lo siento, no debí venir.

- ¡No. Héctor tiene la culpa. Es fue grosero contigo!

- Pero tiene razón. Soy una psicópata.

- ¡No lo eres!

- Pero-

- ¡Eres la mejor persona que pude conocer. Eres hermosa, lista y siempre sabes cómo defenderte!

- . . . ¿Dijiste que era hermosa?

- ¡Claro que lo eres- E-eh.

- Min.

- Y-yo. L-lo siento, lo dije sin pensar. Digo, no quiero decir que eres fes, eres muy apuesta para mí, p-pero-

- Min, no logro entenderte. Se más clara.

- Y-yo. . . Lo siento.

- ¿Por qué te discul-

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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