Te conocí en Buenos Aires, bajo la sombra de los viejos edificios, con el canto de los aves a nuestro alrededor, la brisa de la lluvia mojando nuestros cuerpos y el destino acompañándonos.
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Podía sentir el alcohol correr a través de mis venas y escuchar las risas de todos los que estaban de fondo.
Había música, esa clase de música que si nuestros padres o abuelos escucharan se horrizarían y probablemente lo tomarían como algo vulgar.
Las luces de la avenida se reflejaban en los vidrios de las ventanas del auto el cual estaba un poco borroso debido a la lluvia.
-Dale Emi, fumaté un pequeño porrito conmigo- me dijo mi mejor amiga, Amanda.
Acepte gustosa el rollo de papel mal envuelto entre mis dedos con algunas hierbas enredadas por dentro formato la anatomía de un cigarrillo, rápidamente el automóvil se lleno de humo y del característico olor que este desprendía.
No es algo que hiciera a menudo, pero en noches alocadas como esta me apetecía un poco.
De pronto un pequeño chillido sonó en la carretera, luces chocar contra mi rostro y
Desperté agitada y sudada de aquel terrible sueño, uno que me atormentaba mucho más de lo que me gustaría y que por ratos me hacia cuestionarme al respecto de si era una tortura mental a la que yo estaría estacada lo que me resta de vida, que siendo honesta esperaba que no fuera mucho tiempo.
Eran cerca de las cinco de la mañana y todo estaba oscuro, podía escuchar el canto de los grillos en la ventana.
Corrí al baño, en donde sentí mis rodillas arder debido al horrible raspón que me había provocado al chocar estas contra las frías baldosa del suelo y termine vomitando sobre el lavabo.
Mi nariz ardía como el infiero, mi cabeza punzaba y me asqueaba sentir mi existencia física.
-¿Emilia? ¿estas bien?- escuché a Bianca detrás de mi mientras su mano se paseaba delicadamente por mi espalda.
Yo asentí con la cabeza, me sentía mu y cansada pero después de tan terrible pesadilla dudaba mucho ser capaz de dormir aunque sea por cinco minutos, al menos por lo que restaba del día.
Tenia mucho miedo.
-Es algo tarde- dijo ella -Sería prudente que fueras a dormir-
-Tengo miedo Bianca- susurre.
-¿Vos queres dormir conmigo?- me pregunte y acepte.
Me enrolle en sus sabanas y acomode la cabeza en las almohadas sintiendo al pequeño Cerati tomar cama en mis pies.
Bianca apago las luces y se acostó a mi lado dándome la espalda y fue imposible para mi no llorar, abrazada a la almohada sintiéndome como una pequeña niña en la cama de sus abuelos escondida de los terroríficos truenos que azotaban en el cielo afuera.
El problema era que los mostros eran reales y vivían acosándome en mis recuerdos.
Fue una noche difícil, completamente incapaz de cerrar un ojo por lo que en la mañana yo me sentía verdaderamente cansada y pesada.
Tanto que decidí faltar a la universidad por mi propio estado de salud.
Me la pase el resto de la tarde limpiando mi casa, cuando recibí una llamada.
"Enzo"
-Si no dejas de marcarme prometo bloquearte-
-Dale flaca, que te quería invitar por unas magdalenas.
-no.
-Para cerrar el ciclo.
Acepte.
Tome un baño y me cambie por algo bastante sencillo y sin chiste realmente.
Al llegar al lugar indicado lo pude ver, pegado a la ventana tomando de su tasa de café y luciendo como un atractivo chico de revista.
Me senté frente a el y me regalo una enorme sonrisa, lucia feliz.
-Te pedí un chocolate caliente- dijo el a lo que yo simplemente agradecí y nos encerramos en un incomodo silencio.
-Enzo.
-Realimente quiero intentarlo, dame una oportunidad.
Yo negué de forma errática con la cabeza ¿Por qué cuando querías algo no lo tenias y cuando lo conseguías ya no lo querias?
Mis ojos picaron por las lagrimas traicioneras y sus manos corrieron a acunar mi rostro lavando con sus dedos todo rastro de tristeza.
-Yo aun te amo.
-Jamás lo hiciste.
Esto fue una mala idea ¿Por qué siempre que nos veíamos me hacia sentir triste y con el corazón roto?
¿Desde cuando tenia el corazón roto?
-Emi, corazón por-
-Estoy enamorada de Esteban.
Poco sabia del enorme problema en el que me metía al confesar dicho echo.
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Holaaaaaaaaaa
Pequeño pero seguro.
¿Cómo han estado?
Aviso parroquial, estoy pensando en escribir un fanfic de Tae de los BTS jajajaja
Inspirado en un enamoramiento de la semana que tuve con un desconocido, el proyecto probablemente se llamaría Margaret.
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