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De pequeña solía visitar a mis tíos que vivían a unos veinte minutos de casa, el parentesco era por parte de las mujeres, que el trio de mujeres habían sido hermanas mayores de mi madre y que ahora se encargaban de cuidar a sus familias y de dar u...

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De pequeña solía visitar a mis tíos que vivían a unos veinte minutos de casa, el parentesco era por parte de las mujeres, que el trio de mujeres habían sido hermanas mayores de mi madre y que ahora se encargaban de cuidar a sus familias y de dar un poco de ingresos extras a mis abuelos que lo terminaban gastando en pequeños viajes que hacíamos los tres.

Mis primos eran algo mayores que ello, me llevaban desde los tres hasta los seis años y solíamos salir todos los viernes a un parque que había entre un punto medio de las casas y corríamos por las banquetas, cuando llovía brincábamos en los charcos y en épocas de frio jugábamos con la nieve que e formaba en el césped.

Nunca me gusto el calor, en casa se sentía un clima tan intenso que yo era capaz de sentir asco por las propias sensaciones que me generaba mi cuerpo al acumularse el sudor en mi piel y sentirme como pegajosa, además las bebidas frías apenas podían colapsar con el profundo sentir de estar caminando en el fuego por unos segundos y los ventiladores no bastaban.

Mi abuela preparaba sopas y caldos calientes en esa temporada del año.

Es así como decidí desde pequeña utilizar el cabello corto, hasta los hombros y normalmente suelto, aunque si yo deseaba verme un poco más femenina podía agregar algún broche, un moño o una diadema.

Es bastante cómodo porque es fácil de peinar, no estorba, se ve estilizado y

-¿Cómo llegaste a casa?- era Bianca.

-Hola, alguien me trajo en su auto-

-¿Quién?-

-Nadie-

La rubia levanto una de sus cejas, curiosa y se sentó en sofá junto a mi mientras se quitaba su abrigo y el pequeño gato corría a sentarse en sus piernas.

-¿Me pongo modo Bianca detective?- reí al escuchar su comentario y ella me siguió la risa.

Me abrazo, era cálido y sincero así que amablemente me aleje de ella para acomodarme en el salón.

- ¿Somos amigas? - le pregunte.

- ¿Bromeas? Vivimos juntas así que somos mejores amigas-

Mi mejor amiga se llama Estella, y de echo se parecía mucho a a rubia que tenia a un lado, con la diferencia de que ella tenía el cabello teñido de rojo ¿Cómo estará su familia?

-¿Te divertiste?- pregunte a lo cual ella asintió emocionad ay procedió a enseñarme el perfil de Instagram de esa chica asiática con la que la deje la última vez.

-Matías pregunto por ti, le dije que te sentís un poco mal.

-Gracias Bianca.

El día siguiente me levante con una jackea terrible, además de sentir unas espongosas patitas pizando mi torso y amasando mi abdomen, al abrir los ojos me tope con el pequeño Cerati que al notar que me había despertado maullo de forma sonora y se recostó a un lado.

ᴛᴇ ᴄᴏɴᴏᴄÍ ᴇɴ ʙᴜᴇɴᴏꜱ ᴀɪʀᴇꜱ.//ᴇꜱᴛᴇʙᴀɴ ᴋᴜᴋᴜʀɪᴄᴢᴋᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora