Mi Tritón
Estar con Tom es un verdadero regalo del cielo.Llegué a pensar que tal vez me quedaría solo para siempre, que no tendría a nadie a quien besar y mimar. Conocerlo no estaba en mis planes; después de todo, la manera en que nos conocimos fue la más loca, pero estoy seguro de que fue cosa del destino que termináramos juntos.
Mi corazón solo latía por este hombre, tanto así que renunciar a lo que era no me importó con tal de estar a su lado.
Hubo un momento en el que estuve a punto de irme a casa, por miedo al futuro, pero, en el último segundo, supe que estaba cometiendo una estupidez si lo dejaba. Además, quería comprobar si realmente me amaba, como podía verlo en sus ojos.
Que me haya esperado todo el día fue lo más hermoso que pude apreciar.
Estuve desde muy temprano viéndolo en la orilla, ocultándome bien para que no notara mi presencia, y mi madre me acompañaba, ya que también quería ver si aquel humano era el adecuado para mí.
Y cuando se hizo de noche, vi en sus ojos tristeza mientras se levantaba para marcharse. Mi madre notó mi desesperación y asintió con una sonrisa para dejarme ir hacia él.
Cuando estuve a punto de salir de la orilla, me asusté al ver cómo mi cuerpo brillaba, pero segundos después comprendí que era obra de mi madre. Fue maravilloso ver la mirada tan bella que me dirigió Tom, que no pude hacer más que caminar como pude y besarlo.
Verlo dormir ahora era rutinario, me gustaba levantarme unos minutos antes de la hora en la que se despertaba para observarlo. Ayer habíamos estado un buen rato conversando con mi madre sobre nuestra unión.
Estaba emocionado por casi estar casado con mi Tom; era como un sueño del que no quería despertar. Además, estaba deseando que hagamos algo mucho más que besos.
Era curioso, no podían culparme, desde hace años que investigue más a fondo sobre el mundo humano y su historia para poder adaptarme y no quedar como un ignorante. Entre todo eso, pude ver en aquel aparato rectangular miles de vidas; los libros no eran tan explícitos como la televisión.
Llegué a la conclusión de que la reproducción era muy diferente a la de los tritones; ellos utilizaban más sus piernas, y vaya que ahora adoraba más las mías.
Me emocioné al sentir cómo Tom se removía entre las sábanas y me tomaba entre sus brazos para apegarme más a su cuerpo. Sonreí y besé ligeramente sus labios con dulzura.
— Buenos días. — Susurré con delicadeza mientras mi mano se dirigía a su cabello para enredarlo entre mis dedos.
Lentamente abrió sus ojos y le sonreí. En una rápida acción, él escondió su rostro entre mi cuello sin soltarme de la cintura, pero esta vez su agarre fue más fuerte.
— Bill, ese sueño nuevamente. — Fruncí el ceño.
Pensé que esta mañana estaría bien, pero me equivoqué. No me gustaba que Tom se levantara con inquietudes.
— Aquí estoy, no temas. — Acaricié su espalda y traté de transmitir confianza en mi tono de voz.
— Esta vez se sintió tan real... no quiero que te vayas de mi lado. — Dijo con voz apagada, y supe que se estaba resistiendo al hablar con normalidad, pero era imposible que pudiera fingir. Lo conocía y pude notar la fragilidad con la que me hablaba.
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30 Días (Toll)
FanfictionHistorias (one shots) que se me ocurren con esta pareja. El contenido es toll, por lo que, si no te gusta, te sugiero que te retires. Hay escenas subidas de tono. Leer con precaución, por favor. ~Escribo por diversión~