Caminaba en círculos, con una expresión indescifrable en el rostro. Los constantes sonidos del reloj en la pared se volvían inquietantes mientras apretaba inconscientemente los labios.
Mantenía la mirada baja hasta que el sonido de una puerta abriéndose llamó su atención.
— ¿...Es? — Murmuró al ver a la persona frente a él, que también parecía desconcertado.
Se dio cuenta de que no recibiría respuesta.
Pero el silencio fue su respuesta.
¿Preocuparse por el futuro? No estaba en sus pensamientos, pero fueron irresponsables al dejar de lado el problema, pensando que no traería consecuencias, o más bien, creyendo que no había problema.
— ¡No puedo tenerlo! — Sabía que Bill estaba asustado, pero también era consciente de que él lo estaba.
No era solo por su edad, sino también por su reputación. Estaban en su mejor momento, en la cúspide de su carrera como banda y si los medios o peor aún, su manager se enteraban, podrían ir despidiéndose de todo lo que se habían acostumbrado.
Desde su último encuentro íntimo, habían pasado cuatro semanas, que habían cambiado por completo la dinámica entre ellos. Habían permitido que sus sentimientos se manifestaran, pero no lo compartían con nadie, ni siquiera con sus amigos más cercanos, debido a la delicadeza del tema. Seguían con su rutina, asistiendo a entrevistas, eventos y presentaciones, así como a ensayos, pero durante ese tiempo, Bill había comenzado a sentir cansancio. Al principio, lo atribuyeron a su falta de sueño, pero casi en la tercera semana empezó a evitar comer y, cuando lo hacía, terminaba vomitando minutos después. Fue entonces cuando Tom comenzó a sospechar un posible embarazo.
— ¿Qué pensarán de nosotros? — Dijo con la voz temblorosa.
Lo único que el mayor pudo hacer en ese momento fue abrazarlo con fuerza. Se podía notar la preocupación, desesperación y angustia en el aire; las feromonas que Bill soltaba eran agrias, para nada dulces como las de siempre.
¿Tener al bebé sería lo mejor? No. ¿Querían tenerlo? Aún no sabían con exactitud la respuesta. Por un lado, Bill no deseaba arruinar sus vidas con una que venía en camino, y por otro lado, Tom estaba dispuesto a todo lo que decidiera su omega.
— Tranquilízate, ¿y si mejor te haces otra prueba? Tal vez fue un error. — Estaba negando lo obvio, pero ¿qué más podrían hacer?
Ahora, en aquel momento, solo se tenían uno al otro.
Pero había algo que no comprendía del todo, y después de analizarlo, miró al chico frente a él, su hermano, su alma gemela.
— ¿Ese bebé es mío? — Preguntó, y Bill rápidamente lo miró con el ceño fruncido.
— ¡Sí! ¿¡De quién más entonces?! — Su labio inferior tembló mientras expresaba su desesperación; sus ojos se volvieron brillantes, amenazando a las lágrimas caer por sus mejillas.
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30 Días (Toll)
FanfictionHistorias (one shots) que se me ocurren con esta pareja. El contenido es toll, por lo que, si no te gusta, te sugiero que te retires. Hay escenas subidas de tono. Leer con precaución, por favor. ~Escribo por diversión~