La decisión de Arcee

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A bordo de una barcasa separatista modificada, la cual surcaba el espacio con una elegancia que contrastaba con su misión cargada de riesgo, Arcee se encontraba al mando de los controles. La nave, un coloso de acero diseñado para transportar maquinaria pesada, había sido adaptada meticulosamente para una tarea mucho más delicada; llevar a la poderosa bestia Zillo a un nuevo hogar, un lugar donde estaría a salvo de la guerra y de aquellos que buscaban explotarla como arma.

 La nave, un coloso de acero diseñado para transportar maquinaria pesada, había sido adaptada meticulosamente para una tarea mucho más delicada; llevar a la poderosa bestia Zillo a un nuevo hogar, un lugar donde estaría a salvo de la guerra y de a...

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El interior de la nave vibraba suavemente con el ronroneo de los motores, y las paredes resonaban con los latidos rítmicos y pesados de la bestia que descansaba en el compartimento de carga. Arcee, con su concentración enfocada en los instrumentos de navegación, ajustaba los controles para asegurar un vuelo estable. Aunque su rostro reflejaba la determinación de una guerrera, en su interior, una mezcla de incredulidad y resignación la invadía.

Mirando de reojo el panel de control y luego la vasta extensión del espacio frente a ella, Arcee suspiró profundamente. Sus pensamientos volvían una y otra vez al mismo punto.

Arcee; Aún no puedo creer que me haya convencido de esta misión...

murmuró, casi para sí misma, mientras sus manos se movían con precisión sobre los mandos. Cada decisión que tomaba, cada curva suave que trazaba en el espacio, estaba teñida por la incredulidad de haber aceptado semejante tarea.

Recordaba con nitidez el momento en que Naruto, con esa mezcla de confianza y empatía que lo caracterizaba, la había persuadido.

Mientras la nave avanzaba por el hiperespacio,  miró a las estrellas fugaces que se estiraban frente a ella, preguntándose cómo había llegado a este punto. De guerrera y protectora, ahora era la piloto de una misión casi improbable de encontrar un hogar para una criatura temida y malentendida por muchos. Pero había algo en la convicción de Naruto que le había hecho imposible decir que no, algo que la empujaba a seguir adelante, a pesar de lo que la lógica le dictaba.

Arcee; Supongo que eso es lo que hacemos los amigos, Nos metemos en líos juntos, y hacemos lo imposible porque creemos en algo más grande que nosotros

dijo finalmente, con una sonrisa apenas perceptible en sus labios.

Con un último ajuste en los controles, se relajó un poco en su asiento y descansó la vista. Sabía que aún quedaba mucho por hacer, pero por ahora, el camino estaba despejado. Y mientras la bestia Zilo dormía plácidamente en la bodega, ajena al destino que le aguardaba, mantenía su curso, guiada por la promesa de un nuevo hogar para aquella criatura.

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Se encontraba rememorando aquel momento crucial en la sala de mando en su ciclo de sueño inducido. Naruto y ella  se encontraban a solas, la gravedad del asunto que iban a discutir pesaba en el aire. El ambiente, normalmente lleno de la actividad frenética de la guerra, estaba ahora envuelto en una calma tensa, casi solemne. Ambos sabían que lo que se diría en esa sala podría cambiar el curso de los eventos por venir.

Naruto,El Héroe SeparatistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora