Naruto,El Héroe Separatista

voces de Mortis parte II

El elegido de la profecía

En la sala médica, la atmósfera era tensa. El zumbido de los monitores y el constante ir y venir de los especialistas añadían una presión invisible, pero palpable. Arcee estaba de pie frente al panel de control, sus ojos fijos en los datos que destellaban en la pantalla. Su semblante, normalmente firme y decidido, mostraba ahora una mezcla de preocupación y rabia contenida. Los médicos a su alrededor intercambiaban miradas nerviosas, conscientes de lo que estaba en juego.

El jefe médico, un hombre de mirada cansada y voz grave, se acercó a ella, intentando mantener la calma.

—Lo hemos estado estudiando desde que lo detectamos en el cuerpo de la princesa Talon, después de que nuestro Mand'alor la rescatara. Temo que los efectos secundarios del suero del Dr. Bindy son mucho más graves de lo que ese hombre calculó —

Arcee apenas asintió, mientras sus ojos repasaban las cifras con velocidad.

—Sus células...— murmuró, incapaz de ocultar el temor en su voz.

—Están envejeciendo a un ritmo
acelerado—  confirmó el jefe médico, mirando los datos. —Se regeneran rápidamente, pero al mismo tiempo se desgastan y colapsan. Si continúa así por mucho más tiempo, su esperanza de vida se verá reducida drásticamente. Estimamos que podría vivir menos de la mitad del tiempo que debería. Además, su salud mental está en juego. La tensión que este proceso impone en su sistema nervioso es enorme—

Arcee dejó escapar un suspiro tembloroso, pero sus ojos destellaron de determinación. —Esperen... Si Naruto también fue afectado por el suero, ¿por qué no ha mostrado síntomas más graves? Han pasado más de doce meses desde que lo inyectaron.—

El jefe médico intercambió una mirada con sus colegas antes de responder.
—Asumimos que su dominio de la Fuerza ha permitido mitigar los efectos, ralentizándolos lo suficiente como para que no sean tan visibles. Pero al mismo tiempo, ha amplificado su poder. Creemos que esta interacción con la Fuerza ha afectado su equilibrio emocional, y ese es un riesgo que no podemos controlar. Y lo peor de todo... no hemos logrado desarrollar una cura, ni siquiera con todos los datos del Dr. Bindy en nuestras manos.
Por eso la necesitamos a usted—.

Arcee frunció el ceño, sus manos apretando los bordes del panel de control con fuerza. —Bien. Esto es lo que vamos a hacer; trabajaremos en ingeniería inversa, desmantelaremos cada uno de los componentes del suero. Necesito muestras, especialmente de la sangre de Talon. Quiero también una estimación precisa de cuántos años ha perdido hasta ahora. Y escaneen su cuerpo completo, así como el de la bebé. No tenemos tiempo que perder. Tenemos que encontrar una cura en menos de un mes—.

Los médicos asintieron rápidamente, dispersándose con una determinación renovada. Sabían que esta vez no podían fallar. La vida de Naruto y de sus hijas dependía de ello.

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En otro punto remoto de la galaxia, una pequeña flota de reconocimiento surcaba el espacio silencioso. La oscuridad infinita solo era rota por los destellos distantes de estrellas y nebulosas. A bordo de la nave principal, el Maestro Jedi Obi-Wan Kenobi, junto con Anakin Skywalker y su padawan Ahsoka Tano, mantenían la calma, conscientes de la importancia de su misión. Habían sido enviados a explorar rutas secretas que pudieran permitir a los ejércitos de la República atravesar las defensas separatistas en algunos de sus sistemas más fortificados, con Mustafar como uno de sus principales objetivos.