La situación en el Templo Jedi era un caos absoluto. El aire estaba cargado de miedo y confusión, con los ecos del grito oscuro aún resonando en los corazones de todos los presentes. Los padawans e iniciados, los más jóvenes y vulnerables, se amontonaban temblorosos alrededor de los adultos, buscando protección en los caballeros Jedi que ellos mismos veían como invencibles. Sin embargo, incluso los más experimentados se encontraban aturdidos, con el rostro pálido y la mente nublada por la intensidad de aquel estallido del lado oscuro de la Fuerza.
Algunos maestros intentaban concentrarse, cerrando los ojos y apretando los puños con fuerza, pero el impacto del grito había sido demasiado poderoso. Era como si la Fuerza misma hubiera sido desgarrada, dejando una cicatriz que todos sentían, un eco sombrío que envolvía el Templo. Varias figuras cayeron de rodillas, incapaces de soportar el dolor que les perforaba la mente. . .
En las cámaras del Senado, la situación era igual de tensa. Aunque la energía había regresado, el ambiente estaba sofocado por una tensión asfixiante. Los senadores intercambiaban miradas cargadas de incertidumbre y temor, conscientes de que algo monumental acababa de suceder. Gritos de acusación y traición se oyeron por decenas de representantes, furia contra lo que se tomaba como un ataque cobarde por parte de sus enemigos, junto con la incitación a retomar el conflicto con mayor severidad, pocas eran las voces que aún apelaban a la razón por un acuerdo de paz, dirigidas fervientemente por la senadora de Nabu. Pero antes de que cualquiera pudiera tomar la palabra, una nueva fuente de pánico se instaló en la sala.
Por el manejo del canciller, el mensaje de Dooku se proyectó en el centro de la sala, la figura del conde emergió del holograma con su habitual porte frío y calculador, pero esta vez había una fuerza oscura en su voz. Mientras hablaba, el silencio sepulcral se apoderó de todos los presentes.
— Estoy aquí para expresar mi más profunda decepción ante los seguidores de este intento de república — comenzó Dooku, su voz cargada de reproche y veneno. — Pues en nuestras más sinceras intenciones de extender nuestra mano en acuerdos de paz, fuimos repentinamente atacados por fuerzas de la República que irrumpieron en nuestro sistema del planeta Onderon, causando un sinnúmero de muertes civiles...
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Naruto,El Héroe Separatista
FanfictionEn estos tiempos de guerra, donde abunda la traición, el miedo y la duda, debes guiarte en la fuerza y solo en la fuerza. Es lo que aprendió para sobrevivir