En estos tiempos de guerra, donde abunda la traición, el miedo y la duda, debes guiarte en la fuerza y solo en la fuerza. Es lo que aprendió para sobrevivir
En el sistema de Umbara, la batalla era un caos absoluto. Los cruceros de la República y los separatistas se enfrentaban en un duelo feroz, con el espacio iluminado por los constantes destellos de disparos de láser y las explosiones de naves cazas que chocaban en el fragor del combate. El rugido ensordecedor de los motores y el zumbido de las cañoneras láser llenaban el vacío, a medida que las fuerzas de clones y droides caían en un sacrificio implacable, todo por ganar la ventaja sobre el enemigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la cubierta del crucero principal, el General Jedi Pong Krell, conocido por su brutalidad y temeridad en el asalto frontal, luchaba con una furia desmedida por mantener las líneas de sus soldados. Frente a él, se alzaba el Mand'alor, con su característica determinación, lo acorralaba, sus habilidades en combate pulidas hasta la perfección. A su lado, un escuadrón de droides comando, liderados por su siempre fiel compañero droide Bats, formaban un muro impenetrable, repeliendo a los clones con una precisión letal. La batalla en la cubierta era un reflejo en miniatura del conflicto en el espacio exterior, implacable, caótica y decisiva para el destino de Umbara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Krell; ¡De todas las alimañas separatistas, tenían que enviarte a ti!
Nt; ¿Y qué esperabas? Si alguien ha de defender los territorios de la Confederación, ese, soy yo.
La tensión en el aire era palpable cuando Krell, con una furia apenas contenida, retomó la lucha. Sus dos sables de luz dobles giraban en una mortal danza, ejecutando ataques devastadores con una precisión letal. Para cualquier otro, enfrentarse a ese aluvión de golpes habría sido un suicidio. Pero Naruto, con la destreza y poder que lo caracterizaban, bloqueaba cada movimiento con sus propios sables, anticipando cada golpe con una maestría que dejaba entrever su experiencia en combate.
Viendo una apertura en la feroz ofensiva del Jedi descuidado por refugiarse en la ofensiva, Naruto lanzó una poderosa patada hacia la pierna izquierda de krell, desestabilizándolo y abriendo una brecha fatal en su defensa. Sin perder tiempo, el Mand'alor aprovechó el momento para ejecutar un corte preciso, cercenando uno de los brazos de Krell, junto con uno de sus sables dobles. El grito de dolor por la extremidad amputada resonó en la cubierta junto con el hedor de la carne quemada , pero Naruto no se detuvo. Con un gesto implacable, usó la Fuerza para levantar al Jedi, arrojándolo contra las paredes de la nave con una fuerza brutal, una y otra vez, hasta que el sonido de los huesos crujiendo se mezcló segundos después con los destellos de los rayos de la Fuerza que brotaban de las manos de la armadura mandaloreana, dejando a Krell al borde de la inconsciencia mortal. Frío y sin dudarlo, manejo la hoja de sable oscuro contra una de las piernas del tendido general enemigo consiguiendo efectuar la segunda amputación dolorosa que consolidó el resultado final del duelo.
