libertador

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Tras lograr escapar de sus ataduras, sintió un renovado poder recorrer sus venas. Los días de tortura y humillación en la base zygereiana habían cultivado en él una ira ardiente y una determinación implacable por destruir todo rastro de la tiranía. Tras dejar a la primera de las estaciones incomunicadas, comenzó su lenta marcha por los intrincados pasillos oscuros, su figura envuelta en sombras mientras sus ojos destellaban con una furia contenida.

Con un movimiento de su mano, invocó la Fuerza. Paneles de metal y grandes trozos de estructura se retorcieron y se desgarraron de las paredes, aplastando a cualquier grupo del resto de guardias alertados que tuviera la desgracia de cruzarse en su camino. En cuestión de minutos los corredores se encontraron inundados por el sonido de los gritos de esclavistas resonando por el resto de los corredores al momento en que las alarmas comenzaban a sonar. Cada paso que daba era un terremoto de destrucción, cada gesto una tormenta de poder que dejaba un rastro de ruinas y escombros manchados con los restos sangrantes de sus enemigos.

Naruto no se detenía. Los niveles inferiores de la base fueron los primeros en caer a su merced, las explosiones resonaban como truenos que masacraron oleada tras oleada de guardias, pesados droides de armamento avanzado eran barridos como hojas en un vendaval antes de que pudieran conseguir un solo disparo de sus torretas. Aquellos zygereianos que no lograban escapar a tiempo encontraban su fin bajo la furia imparable del guerrero matando por centenares  con la sola fuerza pura de sus puños teñidos de un fresco rojo. No había piedad en su corazón, no para ellos, solo un deseo ardiente de liberar a los prisioneros y acabar con los que habían osado esclavizarlo.

A medida que ascendía, el pánico se apoderaba de los esclavistas sobrevivientes. Abrumados por la manifestación pura de un poder que no conseguían comprender, tan abrumados, que se vieron obligados a replegar sus diezmadas filas a la bóveda restante dejando atras a sus propios heridos con tal de ganar el mayor tiempo en la retirada, su última línea de defensa que les permitiera revertir tal catastrófica situación causadas por un solo esclavo.

Movilizando las escasas máquinas de transporte aún en su disposición, dispusieron de todo objeto contundente como contra fuerte para bloquear la única gran puerta reforzada que los separaba del exterior y del montruo que los estaba aniquilando. En cuestión de horas montaron una resistencia desesperada, armados hasta los dientes del armamento más pesado que pudieron reunir del almacenaje, misiles anti naves torretas automáticas, los más letales modelos de droides asesinos fueron armados y acompañados de los esclavos que habían traído para servirles de carne de cañón o mejor aún escudos de carne, los propios droides de batalla que habían tenido el tiempo de reprogramar entre los que se contaban los mortíferos modelos droidekas con sus escudos reflectores sirvieron como su principal línea defensiva. La tensión era palpable, el miedo se reflejaba en sus ojos mientras no podían hacer más que aguardar lo inevitable.

El resto de zygereianos dispersos por los diferentes rincones de la base no contaron con la misma fortuna, sin una guía clara, despojados de una figura de mando que dictará las órdenes ante la destrucción de los sentros de comunicación fueron empujados a correr bajos sus propios riesgos todo intento de frenar la amenaza o intentar escapar al exterior. Teniendo como último obstáculo sus vehículos de transporte vueltos en llamas y humo que apestaban el aire.

En medio de su triste intento de sobrevivir llegó Naruto a la entrada de la columna ardiente que tapaba el acceso al puente rumbo a la jungla, sus pasos resonando con una ominosa certeza. Con un movimiento de su mano, las enormes piezas de metal ardiendo a fuego lento se abrieron de par en par, desplegadas y trituradas para ser modeadad en aterradoras bolas de metal comprimido flotando como auténticos soles en miniatura sobre la desnuda figura del adversario que los había arrinconado.  Amenazando con ser arrojadas cuál proyectiles en cualquier momento.

Naruto,El Héroe SeparatistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora