Naruto,El Héroe Separatista

El je'daii, el dragón y la forja; Parte 1

Bajo la tranquilidad del anochecer bañado en estrellas y constelaciones, Naruto y su pequeña acompañante eventualmente acabaron por salir de aquella zona oscurecida de mala muerte tras ordenar a todo un pelotón de droides B-1 circundantes que se encargarán del correcto traslado de los caídos, en especial de los padres de la pequeña que aún insistía en permanecer entre sus brazos, con sus manitas aferradas a los bordes fríos de la armadura.

Notando el sueño que le invadía en sus parpados entre serrados, no tuvo la voluntad para ordenar que cualquiera de sus droides la trasladará de vuelta al interior en busca de una habitación apropiada para que descansará, por lo que habría de encargarse de aquella tarea personalmente, sabía que X-10 lo entendería y podría esperar hasta su llegada. Hasta entonces, estaba feliz de caminar junto a la pequeña t'wilek, sintiendo nacer en su interior aquel deseo de proteger su tierna sonrisa inocente.

Por lo que resultó un tanto inesperado el encontrarse tan de prisa con bys dal, aún acompañada por ahsoka, en cuya expresión agitada se mostró un profundo alivio en cuanto sus hermosos ojos se posaron en él cargando a la niña sombnolienta.

Byd dal: ahí estás Talon, que bueno que estás bien. Lo lamento tanto mi señor, la perdí de vista del resto del grupo mientras conversaba con la señorita Ahsoka y...

Nt: tranquila, descuida que todo está bien, (Entregándole a la pequeña) y por favor, insisto en que me llames por mi nombre, me es más cómodo

Ahsoka: lo mismo puede ser conmigo, ya somos amigas, no?

Bys dal: de acuerdo, (viendo a la niña) ven querida, ya se hace tarde y es hora de la cena.

Tras un largo bostezo que enternecio a las tres figuras mayores que la observaban, le dieron la habitual despedida antes de contemplar cómo se alejaba con sus ojitos al borde de cerrarse por el sueño mientras era  cargada en los amorosos brazos de la siempre maternal bys dal.

Permaneciendo de pie en sus lugares, ahsoka pronto comenzó a sentir los efectos de la temperatura en descenso que traía el clima nocturno en aquella área en que se asentaba la base, siendo incapaz de evitar temblar ligeramente ante el frío al que se veía expuesta, nada extraño teniendo en cuenta aquel atuendo de tela tan escasa, especialmente en la parte superior, aquel diminuto brasier era literalmente todo lo que la cubría.

Nt: también deberías acompañarlas a comer algo, ya sabes reponer fuerzas. . , además estoy seguro que te vendría de maravilla usar algo más... Apropiado para este clima

Ahsoka: ahora estás sonando como mi maestro... estoy bien

Solo para terminar estornudando gelida a un lado, temblando con mayor insistencia ante la presencia de los primeros copos de nieve caídos del cielo, ahora más irritada por la sonrisa burlona que pronto distinguió adornado el rostro de su única compañía; más pronto tuvo qué voltear a ver a otro lado ante la extraña sensación de incomodidad por observar sus labios.

Ahsoka: sabes... pensándolo bien, si  supongo que tienes razón, y quiero un poco de sopa, pero ¿y tú?

Nt: si también me gustaría degustar una deliciosa sopa; Pero temo que todavía hay un asunto pendiente que debo atender, adelante, yo las alcanzaré mas tarde

Próximo a recorrer el camino contrario de los campamentos levantados, abarrotados de provisiones y estómagos alegres que yacían reunidos compartiendo cada deliciosa comida justa y calculadamente distribuida por los avanzados calculos de sus droides guardianes, no llegó muy lejos al verse frenado por una de las manos de la padawan jedí, cuyo agarre en su antebrazo revestido de sólido berkar se mantuvo firme a pesar del evidente templor constante que presentaba.