En estos tiempos de guerra, donde abunda la traición, el miedo y la duda, debes guiarte en la fuerza y solo en la fuerza. Es lo que aprendió para sobrevivir
Naruto y su equipo acababan de llegar a la ubicación de la cápsula de Talon. Al abrir la escotilla, encontraron la cápsula vacía. Sin embargo, el alivio de no encontrar ningún signo de daño se mezcló con la preocupación al descubrir que Talon no estaba allí. Pero había algo más; un rastro, una línea borrosa en la dirección este.
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Bats; Tenía razón, señor. Hay un rastro
Arcee; Gracias por decir lo obvio. Según mis escáneres, se dirige hacia una aldea cercana. Si no nos damos prisa, podría verse involucrada en el fuego cruzado.
A lo lejos, el retumbar de los cañones sonaba ominosamente. El cielo se llenaba con el estruendo agravado de los cruceros de la República, iniciando el despliegue de su invasión.
Nt; La República inició su ofensiva... ¡Andando! no hay tiempo de pedir refuerzos
Los droides comando desplegaron rápidamente vehículos desplazadores, suficientes para todos excepto Arcee, quien escaneó uno de los vehículos y se transformó en una versión mucho más actualizada. El equipo estaba listo, sus corazones y circuitos alineados en una única misión; encontrar y rescatar a Talon cuánto antes.
El equipo avanzaba rápidamente por el terreno accidentado. Naruto, al frente, mantenía una mirada fija en el horizonte, sus pensamientos enfocados en Talon. Arcee, en su forma de vehículo, avanzaba cerrando la formación con una gracia mecánica, sus sensores analizando constantemente el entorno en busca de señales de peligro.
Nt; Mantengan los ojos abiertos, No sabemos qué podemos encontrar en el camino.
El ruido de la batalla se hacía cada vez más intenso. Explosiones distantes iluminaban el cielo, y el olor a pólvora quemada llenaba el aire. Cada segundo era crucial; la vida de la pequeña t'wilek extraviada pendía de un hilo.
Conforme se acercaban a los restos de unas aldeas, el equipo se dio cuenta de la magnitud de la ofensiva de la República. Soldados clones y vehículos de guerra avanzaban en formación, disparando contra las defensas improvisadas de los droides asentados.
Arcee; Nos estamos quedando sin tiempo. Talon podría estar atrapada en medio de esto.
Nt; tienes razón ¡Acelerad! No podemos dejarla sola.
Finalmente, llegaron a las afueras de la aldea. Los disparos y las explosiones eran ensordecedores. Naruto detuvo su vehículo y levantó una mano para señalar una dirección.
Nt; El rastro sigue hacia esas hileras de edificios derrumbados. ¡Vamos!
El equipo avanzó a pie, moviéndose con cuidado entre los escombros y evitando el fuego cruzado. Cada rincón podía esconder un peligro, pero también podría ser el lugar donde encontrarían a Talon.
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Estaba asustada. Cada sombra y cada sonido en el laberinto subterráneo de Ryloth le parecían una amenaza. Temía que en cualquier momento uno de esos soldados enemigos de armadura blanca la encontrara y la matarán. Sus pasos resonaban en el estrecho pasillo, y el eco le devolvía sus propios miedos multiplicados. En sus manos, sostenía un comunicador que su nuevo papá le había dado. —(Si te pierdes o tienes problemas, solo enséñaselo a cualquier droide y ellos te ayudarán)—, le había dicho.
