Un nuevo día despuntaba en el castillo del Conde Dooku, y los primeros rayos del sol se filtraban a través de las ventanas, proyectando sombras alargadas sobre los antiguos muros de piedra. En el patio trasero, un espacio amplio y abierto rodeado de columnas y estatuas antiguas, Naruto se encontraba en profunda meditación.
El aire estaba cargado de una serenidad palpable mientras permanecía sentado en posición de loto, concentrado en su conexión con la Fuerza. A su alrededor, ocho enormes pilones de piedra, cada uno de tres metros de alto, flotaban suspendidos en el aire sobre su cabeza. Las piedras, macizas y pesadas, se mantenían en un equilibrio perfecto, sostenidas únicamente por el poder de su voluntad.
Con los ojos cerrados y una expresión de calma absoluta, respiraba profundamente, permitiendo que la energía fluya a través de él. Sintiendo el pulso de la vida en cada partícula de su ser. La tarea era monumental, pero su mente y espíritu estaban alineados, aquel peso de los pilones era insignificante en comparación con la claridad y el enfoque que había alcanzado.
A poca distancia, el Conde Dooku observaba con una mirada impasible en su señil rostro que servía para enmascarar su satisfacción por el gran progreso que el muchacho estaba demostrando. De pie, con las manos a la espalda, analizaba cada movimiento sutil de su más reciente aprendiz. Había visto muchos en su larga vida, pero pocos habían demostrado la velocidad de aprendizaje y la capacidad de adaptación que Naruto poseía.
Dk: bien hecho, debes recordar siempre que el verdadero poder no solo proviene de la concentración y el control. También Proviene de la emoción, de las profundidades de tu ser. La Fuerza se alimenta de tus sentimientos más intensos.
De repente, sin previo aviso, Dooku levantó una mano y lanzó un rayo de la Fuerza hacia Naruto. La descarga eléctrica golpeó su cuerpo, enviando un dolor agudo a través de cada fibra de su ser. Naruto gritó, su cuerpo convulsionando bajo el ataque, pero los pilones se mantuvieron en el aire, temblando ligeramente por el esfuerzo redoblado.
Dk: Mantén tu concentración,
(ordenó con su voz dura y sin piedad) enfoca todo ese dolor. Siente esa ira, Úsalos a tu favor!Naruto apretó los dientes, luchando por mantener su mente clara mientras más rayos lo alcanzaban. Cada descarga era como un fuego que lo consumía desde dentro, pero en lugar de rendirse, buscó en su interior algo que pudiera soportar tal tormento. La ira comenzó a hervir en su pecho, mezclándose con el dolor, el miedo y el odio. Sentimientos oscuros, normalmente reprimidos, que se arremolinaban ahora en su mente, empujando su límite de resistencia.
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Naruto,El Héroe Separatista
Fiksi PenggemarEn estos tiempos de guerra, donde abunda la traición, el miedo y la duda, debes guiarte en la fuerza y solo en la fuerza. Es lo que aprendió para sobrevivir