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Llegué al lugar que Checo me había indicado, haciendo todo en un lapso de una hora. Podía parecer bastante, pero tener que regresar al hotel para cambiarme y luego volver a salir buscando la dirección de un lugar al que nunca había ido llegaba a ser muy tardado, definitivamente había sido un tiempo récord.

Estaba nervioso, en realidad me la pasé nervioso los últimos días, creo que más bien era ansiedad. Las palpitaciones que aumentaban sin razón aparente, los mareos y escalofríos, eso ya no era normal, aunque por otra parte sabía porqué, nunca me sentía así de mal a menos que algo lo originara y en este caso había de por medio un estrés muy grande.

Me bajé del auto respirando profundo y sintiendo todo el aire fresco llenar mis pulmones. Checo tenía razón, era un lugar muy bonito, con áreas verdes por cualquier lado.

Me adentré un poco más por el parque observando a Max apoyado en las vayas de madera que protegían un pequeño lago, la idea original era llegar antes que él pero supongo que eso también servía.

- Max...- Me acerqué cuidadosamente tocando su hombro para poder llamar su atención, provocando que se girara hacia mi dirección, viéndome confundido.

- ¿Charles? ¿Qué haces aquí?

- Sé qué esperas a Checo pero él no va a venir...- No estaba muy seguro de cómo iniciar la conversación, tampoco quería ser tan brusco y soltar todo recién llegando, mucho menos podía explicarle qué hacía en ese lugar en vez de Checo, tal vez debí practicarlo.

- No entiendo de qué me hablas.- Dijo Max todavía más perdido que antes.

- Vine en lugar de él, es que en realidad no iba a venir desde un principio.- Comencé a hablar sintiéndome frustrado por no saber expresar con exactitud lo que quería decir.- Quiero decir que Checo me ayudó a traerte aquí y quién realmente quería hablar contigo era yo.

- En resumen le pediste a Checo que me invitara a salir... por ti.

- Si así lo quieres ver entonces sí.

- ¿Por qué?

- Porque me daba vergüenza pedírtelo yo mismo.- Confesé sintiendo cómo se ruborizaban mis mejillas.- Ya sé que es algo muy estúpido, pero de verdad no podía, menos sabiendo la razón por la que quería que vinieras.

La repentina luz que se prendió de los faroles me desconcentró, haciéndome notar que el sol se había escondido por completo y ahora solo era un parque casi vacío, Max y yo. Perfectamente podría ser una película de terror.

- ¿Quieres buscar algún lugar donde sentarte?- Dijo Max comprendiendo lo que le decía.- Así me cuentas en un lugar más cómodo.

Nos acomodamos debajo de un árbol bastante alto, teniendo unos cuantos faroles al fondo que iluminaban parte del camino por el cual habíamos llegado. Hubiera preferido estar en un lugar más acogedor, esto me recordaba a la vez que estuve con Max en la azotea del hotel y no era el mejor recuerdo que tenía, a excepción del beso, por supuesto.

Pero esta sensación, del viento chocando conmigo logrando despeinarme y el frío que me erizaba la piel era exactamente cómo describiría estar con Max. No era algo malo, era una emoción de fascinación y de incertidumbre. Saber que podía ser peligroso dejarme llevar demasiado y aún así dejarme caer.

- ¿Recuerdas que te dije que te contaría porqué estaba enojado?- Comencé ordenando mis ideas de a poco, pues tenía tantas ganas de decir todo que terminaba por decir nada.- Me puse a pensar en que ya era momento de decírtelo.

¿Amigos? | Lestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora