- ¿Por qué esto te pareció buena idea si sabes que a ninguno de los dos se nos da bien estas cosas?- Observé a Max batiendo un tazón con mantequilla y azúcar, teniendo una mitad de la mezcla regada por todas sus manos, empezando a tirar pequeños trocitos de la masa al suelo.
- Sería más fácil si tuviera a alguien que me ayudara.- Dijo lanzándome una mirada acusatoria, pues desde que Max había empezado a leer la receta no había hecho otra cosa más que mirar con atención los pasos, recargado en la barra de su cocina.
- Te ves lindo haciendo galletas... Pero está bien, te ayudaré, ven aquí.- Quité sus manos del tazón, quedándome también con la cuchara para batir y con mi dedo pulgar le limpié la punta de la nariz, la cual estaba escarchada con azúcar.- Mientras tanto ve cortando y exprimiendo lo demás.
Max buscó la tabla de madera y un cuchillo para poder cortar los limones que teníamos en la mesa, esto en lo que yo seguía batiendo, agregando también un huevo hasta conseguir exactamente la textura que quería.- ¿Terminaste con los limones?
- Ya casi.- Respondió exprimiendo los que faltaban para poder pasarme el vasito donde había caído todo el jugo. Al tenerlo a mi lado, lo mezclé dentro del mismo tazón junto con la harina.- ¿Cómo es que tú no te manchaste?
- Lo hago con cuidado y un poco más lento para que no se me tire.- Una vez que había vuelto a integrar todo, saqué la masa del tazón, espolvoreando un poco de harina en la encimera asegurándome de que nada se pegara, ahora Max era quién observaba con atención todo lo que hacía.
- Pensé que ninguno era bueno con estas cosas.
- Es que hacer galletas tampoco es tan difícil, Max.
Rodó los ojos robándome un pedacito de masa, haciéndola bolita en sus manos y luego aplastándola un poco para hacer la forma de la galleta. Después, con otro pequeño pedacito, se esmeró para hacer la forma de una estrellita y un corazón.
- Oye, ¿cómo hiciste eso?- Tomé ambas figuritas percatándome de que por alguna razón estaban perfectamente modeladas.- ¿Un corazón? parece que alguien está enamorado.
- Mhm, muy enamorado.
- ¿Y se puede saber de quién?- Froté mis manos entre sí para deshacerme del exceso de harina y me crucé de brazos acercándome a él.
- Lo siento, es un secreto.- Dijo siguiéndome con la mirada, tomándome suavemente cuando ya estaba lo suficientemente cerca con la intención de aprisionarme entre sus brazos.
- Ah, es un secreto, clarooo.- Sonreí enarcando una ceja y al poco tiempo Max ya me había ayudado a subir a la encimera, sentándome frente a él y abriéndose paso entre mis piernas.- Debe de ser una persona muy afortunada.
- Diría que el afortunado soy yo.- Max estaba ridículamente cerca de mi rostro, robándome un beso del cual terminó tirando suavemente de mi labio inferior. Lo tomé de los brazos y mantuve la mirada en sus ojos, se lo había dicho una vez y siempre que lo veía lo pensaba, pero la forma en la que se lo mencioné esa vez no fue de la mejor manera.
- ¿Tengo azúcar de nuevo en la nariz o por qué me ves así?
- No, es que me gustan tus ojos... Si no fuera tan orgulloso es exactamente lo que te habría dicho esa primera ocasión en la que lo mencioné indirectamente.- Dije soltando aquellas últimas palabras con un tono más bajo que el del principio.
Max comenzó a reír besando mis mejillas, si no me equivocaba, de seguro se habría acordado de esa vez, provocando que me ardiera el rostro debido a la vergüenza.
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¿Amigos? | Lestappen
FanfictionQué pasaría si Christian Horner, ya cansado de las peleas de su piloto estrella y su piloto rival, decidiera prácticamente forzarlos a ser amigos. Y qué pasaría si ambos hicieran el trato de fingir serlo frente a los demás aún odiándose en secreto p...