31;

928 99 21
                                    

- ¿Qué haces?- Salté inmediatamente a un lado de dónde Carlos estaba recostado, aplastando accidentalmente su abdomen.

- Hola, Charlie.- Intentó hablar tratando de recuperar el aire que le había sacado.

- Ay, perdóname.- Sonreí frunciendo las labios, haciéndome más espacio a su costado para ponerme más cómodo.- Terminé de hablar con Fred y como ya no tengo nada más que hacer vine a ver lo que hacías tú.

- ¿Entonces lo harán?

- ¿Hacer pública la relación? Sí, en los próximos días. Lo estuve discutiendo con Max y creo que de ambas partes ya es algo que va en serio, no me gustaría seguir ocultándolo, es algo complicado. También sé que no habrá mucha gente que esté de acuerdo, pero quién tiene la relación somos nosotros, no ellos.

- Me alegra escuchar eso.- Dijo con una sonrisa ladina, girando su cabeza hacia mí y suspirando profundamente. Sin embargo, sus palabras no concordaban con su expresión, pues más que felicidad, denotaba una enorme preocupación y es algo que había notado desde que entré a su driver's room, pues tenía rato perdido en sus pensamientos.

- ¿Seguro que te alegra? Porque no parece.- Contesté con un toque bromista, pero a la vez queriendo saber lo que estaba pasando realmente.

- Claro que me alegra.- Desordenó mi cabello, regalándome una sonrisa aún más amplia, como si mis palabras lo hubieran hecho reaccionar.- Estoy muy cansado, Charles, es todo... En serio me pone feliz saber que las cosas entre ustedes dos están yendo bien.

- ¿Solo estás cansado?- Pregunté no muy convencido, no por lo que me había dicho al final, sino porque algo me decía que el cansancio no era lo único que rondaba por su cabeza. Había estado más cortante los últimos días, aunque compartíamos espacio de trabajo ya ni siquiera nos veíamos tanto, si acaso intercambiábamos unas cuantas palabras en el día, pero llegaba a sentir que me estaba evitando.

- Estoy bien, Charles. No te preocupes, en serio.- Se levantó de la cama dedicándome una última mirada rápida, antes de siquiera poder mantener contacto visual con él y en menos de un minuto ya estaba fuera de ese lugar, tal vez solo me estaba haciendo ideas en la cabeza, pero me había hecho sentir mal que nuevamente me hubiera dejado solo, pues lo único que hacía últimamente era seguirlo para todos lados y él otro solo sabía huirme.

Salí nuevamente, sin muchas ganas de quedarme, habían pasado aproximadamente dos horas desde que la carrera de ese día finalizó, en la cual ambos quedamos en una buena posición, es por eso que la actitud que tenía mi compañero me desconcertaba aún más.

- Mi amor.- Escuché esa voz tan conocida y sentí unas manos que encajaban perfectamente en mi cintura, haciéndome a un lado para poder pasar.- Permiso.

Solté una suave risa al toparme con Max, porque sabía que estaba ocupado y aún así había encontrado una malísima excusa para acercarse aunque sea por unos segundos.- Uh, ¿qué pasó?- Se detuvo en cuanto me vio, cómo si supiera todo lo que estaba pensando; me conocía a la perfección y no era algo que me beneficiaba siempre.

- Nada, ¿de qué hablas?

- Conozco era carita.- Dijo tomando mi mentón, acariciándolo con el pulgar.- ¿Pasó algo con Fred?

- No, no es eso.- Volví a bajar la mirada, desanimado, más por la forma en la que Max siempre me decía las cosas, con un tono dulce y apacible. Podía llegar a ponerme muy sentimental y jamás lograba entender la razón, tal vez era porque me sentía increíblemente cómodo con él y llegar a amar a una persona de esa manera era algo que no me imaginaba.

- Entonces sí pasó algo, cuéntame.

- Hace un momento te veías muy apurado, no puedo simplemente retenerle aquí.

¿Amigos? | Lestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora