◇ VI ◇

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Después de dejar a Evie en la escuela por la mañana, pasé por un café reconfortante y llegué a las oficinas justo a tiempo para comenzar mi jornada laboral. La mañana prometía ser ocupada, como de costumbre.

Al entrar a las oficinas, me recibió un ambiente caótico y agitado. El bullicio de conversaciones superpuestas llenaba el espacio, y los rostros de mis colegas reflejaban ansiedad y desesperación. Intrigada y un tanto confundida, me dirigí a mi oficina, dejando mi bolso sobre el escritorio antes de salir a investigar qué estaba sucediendo.

Recorrí los pasillos abarrotados, tratando de captar fragmentos de conversaciones mientras intentaba entender la situación. Desde lo que pude escuchar, parecía ser un problema urgente relacionado con la organización de un próximo evento. La tensión en el ambiente era palpable, y todos parecían estar en modo crisis.

Caminé hacia la oficina de Aiden, pero al llegar allí, me sorprendió encontrarme con su espacio vacío. Su maletín descansaba sobre la mesa, pero no había rastro de él. Un escalofrío de inquietud recorrió mi espalda mientras observaba el lugar, preguntándome dónde podría estar.

Decidida a obtener respuestas, me dirigí hacia Tina, una de las secretarias de la oficina. La tensión en el ambiente era palpable, y su expresión reflejaba la misma preocupación que sentía yo.

-Tina, ¿qué está pasando?-pregunté, tratando de ocultar mi creciente ansiedad.

La mirada de Tina se volvió hacia mí, y pude ver la sorpresa en sus ojos al darse cuenta de que no estaba al tanto de la situación. -¿No has revisado el correo?-preguntó, su voz llena de asombro.

Sacudí la cabeza, sintiendo un nudo en el estómago.

-No he tenido la oportunidad todavía.-respondí, deseando saber qué noticias habían llegado que parecían haber alterado a todos.

-Han adelantado las rotaciones.-reveló, sus palabras llenas de seriedad.

Mis ojos se abrieron de par en par ante la noticia. Las rotaciones dentro de la FIA eran un proceso crucial que afectaba la estabilidad laboral de todos nosotros. Cada 3 años, los equipos de trabajo eran reasignados a diferentes categorías. Recordé mi propia experiencia cuando ingresé hace cinco años, siendo asignada inicialmente a la Fórmula 3 antes de pasar a la Fórmula E.

Pero según lo que sabía, la próxima rotación no debía ocurrir hasta el próximo año. La noticia repentina de que se había adelantado este proceso me llenó de pánico e incertidumbre. ¿Qué significaría esto para mi trabajo? ¿Y qué implicaciones tendría para mi estabilidad y la de Evie?

Mientras buscaba respuestas, mis ojos se posaron en Aiden saliendo de la oficina del gerente general. Su semblante estaba serio y su paso parecía más pesado de lo habitual. Alarmada por su apariencia, decidí seguirlo hasta su propia oficina, sintiendo un nudo de preocupación en mi estómago.

-Aiden, ¿estás bien?-pregunté en cuanto entramos a su espacio de trabajo, tratando de ocultar mi propia inquietud detrás de un tono calmado.

Él suspiró, pasando una mano por su cabello en un gesto de frustración.

-Es una locura que hayan adelantado las rotaciones.-respondió, su voz reflejando el desconcierto y la preocupación que también sentía.

-No te preocupes, Aiden. Vamos a salir adelante, como siempre lo hemos hecho.-aseguré, tratando de transmitirle confianza a pesar de la incertidumbre que nos rodeaba.

Tratando de brindarle algo de consuelo, me acerqué a él y tomé su mano con ternura. Él me miró, sus ojos encontrando los míos con gratitud. Con un suspiro, esbocé una pequeña sonrisa para reconfortarlo, deseando poder aliviar su preocupación tanto como él había hecho por mí en innumerables ocasiones.

◇ About You ◇ Oscar Piastri ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora